El modelo que hasta el momento ostentaba y que de hecho sigue ostentando este récord es el Bugatti Veyron Super Sport que consiguió 434 km/h de velocidad punta. Como veis, la diferencia entre ambas cifras es tan pequeña que casi puede ser despreciable y más si tenemos en cuenta que los factores externos pueden alterar estas cifras y es precisamente por estos aspectos por los que no se ha podido homologar este registro en el 'Libro Guinness de los récords'. Una pena, puesto que este modelo de 1.244 CV construido sobre la base de un Lotus Elise se merecía este registro, con su relación peso-potencia de 1kg/CV y su espectacular motor 7.0 V8 LS7 de General Motors.
No supera los 'tecnicismos'
Que el Hennessey Venom GT no sea el coche más rápido del mundo de manera oficial atiende a diversos motivos, comenzando por el hecho de que para homologar el récord se deben hacer dos pasadas en sentido contrario al tramo seleccionado para batir dicho récord, para conseguir así despreciar el rozamiento del viento. Por permisos firmados con el Kennedy Space Center los chicos del preparador texano sólo pudieron hacer una pasada, sin poder aprovechar como es lógico toda la pista al salir de parado y tener que tener unos cientos de metros para detener esta máquina.
Además, tampoco cumple otras formalidades ya que según el 'Libro Guinness de los Récords' el vehículo debe ser de producción, algo que no cumple este modelo ya que Hennessey sólo ha producido 11 de las 29 unidades que tiene previsto construir, siendo el límite en este aspecto para contar como coche de producción 30 unidades.
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