Felices de volver con la segunda entrega de este estupendo especial sobre la historia del clásico Chevrolet El Camino, auto protagonista de muchas historias de amor e incluso se vio en el cine conquistando la gran pantalla, como por ejemplo la película El Guardaespaldas, protagonizada por Kevin Costner y Whitney Houston. Por otro lado es importante hacer un poco de remembranza de lo que fue la primera parte de esta historia porque de esa manera podemos entender mejor e ir de manera sistemática, de tal manera que en la primera entrega se habló del concepto de este bello auto, también se habló de su origen e historia en sus comienzos, y por supuesto hablamos de lo que fue la primera generación del Chevrolet El camino comprendido en los años 1959-1960, y es de entenderse que en esta segunda parte la vamos a comenzar hablando de la segunda generación de este estupendo automóvil, así que no perdamos mas tiempo y entremos en tema.
Segunda generación del Chevrolet El Camino 1964-1967
La marca estadounidense Chevrolet decidió ponerle un stop a la primera generación la cual duro solo un año, es decir, 1959 ? 1960, y después de eso pasaron cuatro largos años sin que haya habido producción alguna, de tal manera que cuatro años más tarde de esa primera generación, Chevrolet decide actualizar su modelo utilitario basado en el Chevrolet Chevelle, lo que significa que el nuevo El Camino 1964 era muy parecido al auto de dos puertas de los pilares B con las insignias Chevelle y El Camino.
Tren motriz de la segunda generación 1964 - 1967
Este modelo ofrecía motores de seis cilindros con una potencia entre 120 y 155 caballos de fuerza, no obstante también había para elegir un V-8 estándar con carburador de dos bocas el cual entregaba 195 caballos de fuerza, sin embargo, eso no quedaba allí, porque también habían motores opcionales de 283 y 220 caballos de fuerza pero con carburador de cuatro bocas y salidas de escapes dobles. Al transcurrir de esta segunda generación Chevrolet decide agregar dos motores más V-8 de bloque pequeño de 327 pulgadas cúbicas los cuales entregaban 250 y 300 caballos de fuerza con un carburador de cuatro bocas mucho más grande que los anteriores salidas y escapes dobles. También contó con amortiguadores de aire en la parte trasera y marcos completamente en caja. Todos estos motores estaban acoplados a transmisiones automáticas de 2, 3 y 4 velocidades.
Exterior e interior
Por supuesto que el Chevrolet El Camino de la segunda generación recibió un lavado de rostro con un extremo delantero más pronunciado en forma de V, nueva parrilla, parachoques delantero y adornos cromados, y aunque no hay un desglose de los estilos de carrocería en la segunda generación, podemos afirmar que la rudeza del diseño estaba presente al mejor estilo pick-up gracias a la capacidad de carga en su parte trasera, y múltiples colores eran los ofrecidos en la carrocería del El Camino segunda generación. Dentro del habitáculo encontramos un nuevo panel de instrumentos con velocímetro de barrido horizontal, asientos de tela más vinílicos o todos de vinilo con diseño de banco y tapete de goma, perteneciente a la serie Chevelle 300 de línea baja, alfombra retorcida, la columna de dirección plegable y las opciones de frenos de disco y transmisión automática de 3 velocidades Turbo Hydramatic 400 y un tacómetro eran opcionales según los requerimientos.
Tercera generación del Chevrolet El Camino 1968 -1972
De entrada cabe destacar que en esta tercera generación, la marca automotriz Chevrolet lanza al mercado un El Camino mucho más largo, basado en la distancia entre ejes del vagón estación de sedán de cuatro puertas Chevelle con una longitud de 5,29 metros. Del exterior debo decir que fue basado en el Malibu 1968, es decir, la marca automotriz lo que hizo fue quitarle el frente a un Malibu y colocárselo a El camino, por ende creo que no hace falta una descripción profunda del exterior.
En cuanto al interior la marca automotriz estadounidense lo renovó con asientos de tela y vinilo o de vinilo solamente, junto a unas elegantes alfombras de torsión profunda, y las nuevas cápsulas redondas de instrumentos reemplazaron el anterior diseño lineal. Por otro lado los modelos de 1969 mostraron solo cambios menores, de hecho una sola barra cromada conectaba los faros cuádruples y un parachoques con ranuras sujetaban las luces, ventanas y seguros eléctricos.
Tren motriz de la tercera generación del El Camino
Son obvia las varias opciones que Chevrolet les brindaba a sus clientes con respecto a los motores que hacían vida en el Chevrolet El Camino, porque para empezar se encontraba debajo del capo un motor Turbo-Jet que entregaba 350 caballos de fuerza, pero más de eso el Chevrolet El Camino le podía ofrecer a sus clientes el L78 de 375 caballos de fuerza. Estos 2 primeros motores estaban asociados a una transmisión manual de tres velocidades más otra de cuatro velocidades sin dejar de estar presente la automática de manera opcional, y en cuanto a la seguridad todo estaba en manos de los frenos de disco delanteros eléctricos y los Positraction eran opcionales.
Los modelos de 1970 llegaron con chapa metálica dándole un aspecto al auto una más cuadrado, y también se rediseñaron los interiores. El del año 1971 los faros grandes de una sola unidad Power-Beam hicieron el trabajo, la parrilla y el parachoques fueron actualizados. Por otro lado los Caminos de 1972 tenían luces traseras de una sola unidad y luces laterales en los dos guardabarros delanteros. En 1972 lo que trajo nuevo fue las estupendas ofertas de motores con 110 caballos de fuerza, también un V-8 con 175 caballos de fuerza y un V-8 de 350 pulgadas cúbicas. Todos los El Caminos de 1972 traían un motor de 454 ci las cuales tienen una W como el quinto dígito en el VIN. Todo esto nos indica que en cuanto a motores, frenos y suspensión, los Caminos de Chevrolet están bien dotados, y como pudo darse cuenta, aun nos falta revisar dos generaciones más, pero eso será en una tercera entrega.
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