Honda desvela el Project 2&4 con motor de MotoGP

Nacido de un concurso de diseño interno de Honda, el 2&4 pretende aunar el mundo de MotoGP con el de los deportivos de alto rendimiento. Su estampa resulta una declaración de intenciones desde el principio. Prescinde de lo superficial en una estructura sin habitáculo en la que no hay concesiones. Un baquet y un display encima del volante nos invitan a sentarnos prácticamente a ras del suelo en lo que Honda ha denominado "asiento flotante". Las sensaciones en un puesto de conducción tan bajo y agresivo están garantizadas.

Sensaciones radicales

La propuesta de conducción es similar a la del Ariel Atom, Bac Mono o KTM X-Bow. Un vehículo lígero, ágil, con un centro de gravedad bajo y un coeficiente de penetración aerodinámica mínimo. Con esto se consiguen sensaciones totalmente racing en un vehículo que no hacen concesiones a la comodidad o habitabilidad. En este aspecto Honda con su prototipo monoplaza parece ser la que más lejos ha llevado el concepto.

Con un peso de 405 kg y una longitud total de 3.040 mm se le adivina un comportamiento muy ágil y deportivo. Las sensaciones de conducir un prototipo a ras del suelo, con un centro de gravedad bajo, un motor central de MotoGP aullando hasta las 14.000 vueltas y una dirección precisa son argumentos suficientes para ser nuestra primera opción de búsqueda en el stand de Honda en el salón de Frankfurt.

El motor que anima al pequeño Honda puede presumir de tener un pedigrí racing de autentico lujo. Se trata del V4 de 990 CC de la RC213-V de MotoGP. Una verdadera bomba que ha sido adaptada para circular por la calle y cuya potencia se ha domesticado. De los más de 250 cv que desarrolla la versión de MotoGP pasamos a unos 215 cv unidos a una transmisión DCT de seis velocidades. Suficientes para mover con soltura al ligero chasis del 2&4.

Pese a lo innovador del conjunto conviene recordar que Suzuki ya planteó un concept similar con el GSXR-4. Un chasis ligero propulsado por un motor de Hayabusa. El modelo no se llevó a producción pero hizo acto de presencia en el popular videojuego Gran Turismo, verdadero escaparate de estos concept para el público global.

Herencia de competición

Con este modelo la fábrica de Hamamatsu ha querido rendir homenaje al RA272 que compitió en F1 en 1965. Prueba de ello es la decoración, el diseño exterior y la disposición del motor en posición central. Un verdadero juguete que desplegará todo su potencial en el salón de Frankfurt, donde esperamos saber más datos de este pequeño bólido.