La única conclusión lógica al ver este vídeo es que la capacidad económica de la gente no va pareja con el desarrollo intelectual. En circunstancias que se desconocen por el momento, el conductor protagonista del vídeo absurdo del día no solo estrella su flamante Porsche 911 Turbo, según algunos medios de alquiler, sino que pretende evadirse de la policía.
Afortunadamente para el, el 911 dispone de motor trasero, lo que posibilitó que el motor no sufriera desperfectos posibilitándoles así la huida. No obstante, las matrículas del modelo estaban más que claras y visibles y si realmente el modelo resulta ser de alquiler, igual de sencilla resultará su captura.
Consecuencias
La única consecuencia lógica de este tipo de actitudes al volante son las de elevar el riesgo de accidente, con los claros perjuicios que supone para el conductor, pasajeros y el resto de usuarios de la vía, ya sean peatones u otros conductores.
Lo que parece no importar, lamentablemente a un importante sector de la población, cuya licencia de conducir les viene grande. Dada la incapacidad manifiesta de responsabilizarse de un artefacto de más de 1.000 kilos que es capaz de alcanzar velocidades muy superiores a las del paso humano, con los evidentes riesgos que ello conlleva.
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