Según avanza la revista Car, en conversaciones con el principal jefe de desarrollos de la marca, Francois Bancon, Infiniti está barajando la posibilidad de construir este vehículo ni más ni menos que usando la plataforma del Nissan GT-R.
Habiendo comprobado la posibilidad de encajar el corazón de Godzilla en el cuerpo de un Juke, y no solo eso, sino que el coche funciona y cómo funciona, el bloque de 3.8 litros V6 biturbo, con una potencia de hasta 550 CV que dirige su trabajo a las cuatro ruedas, Infiniti podría reajustarlo y adaptarlo a un nuevo modelo dentro de las "tres o cuatro propuestas" que tienen sobre la mesa, según el propio Bancon, pero no sería hasta dentro de al menos dos o tres años.
Primero, el sustituto del G
Por las palabras de Bancon, primero quieren centrarse y dar prioridad al nuevo modelo pequeño, siendo el menor de la gama el G. Su llegada está previstar para 2015 por lo que, el hipotético superdeportivo de Infiniti no llegaría, hasta al menos, dentro de cinco años, allá por 2017.
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