Lo cierto es que la apuesta de Jaguar es arriesgada ya que llega a un segmento con protagonistas muy claros desde hace varios años y donde el BMW Serie 3 es el rival a batir. Sin embargo, como ya hemos dicho en la entradilla, están dispuestos a presentar batalla y para ello cuentan con una construcción integra en aluminio y la reducción de peso que ella implica como principales socios. Poco peso y un material de estas características permiten jugar con las motorizaciones a montar, con el comportamiento dinámico del coche y con otros muchos elementos, así que Jaguar podría dar en el clavo.
Y es que precisamente esta es otra de las intenciones de Jaguar, la de llevar este modelo al mercado en 2015 estrenando los nuevos propulsores tanto diésel como gasolina que nazcan de la asociación de Jaguar y Land Rover. Motores que según la marca ofrecen una máxima eficiencia con el máximo rendimiento y para ello se escudan en cifras por debajo de los 100 g/km de emisiones de CO2 y velocidades que en el XE podrían llegar a estar cercanas a los 300 km/h, en parte por la utilización ya mencionada del aluminio en el chasis y la carrocería.
Coctelera interesante
Con todos estos ingredientes la verdad es que tenemos delante una interesante propuesta capaz de revolucionar este segmento D y eso que estéticamente no tenemos casi ningún dato de cómo puedo ser este Jaguar XE. Parece que por su silueta podría tener una línea similar al XF, aunque contando con una marcada caída trasera y otros pequeños detalles su deportividad no puede ponerse en duda, aunque estemos mirando como a través de un fantasma y esperando con ganas a que Jaguar nos dé más pista sobre este interesante modelo.
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