Si en el anterior artículo nos ocupamos de las piezas más actuales, muchas de ellas con menos de 25 años a sus espaldas, en esta parte nos centraremos en el verdadero foco de atención del evento de este fin de semana del circuito madrileño.
Entre las centenares de unidades que se presentaron el domingo en el Jarama la inmensa mayoría eran modelos de antigüedad muy superior a las dos décadas. Con algunas piezas muy curiosas y raras, complejas de ver en la calle a diario y que tan solo en este tipo de concentraciones se dejan contemplar, como el Ford Gran Torino, recreación del empleado en Starsky y Hutch.
Difícil tarea resumir todo el material disponible en el circuito, por lo que en la galería adjunta podéis encontrar las piezas más interesantes y llamativas entre los, literalmente, centenares de unidades que se reunieron este domingo en el trazado madrileño.
El motivo fundamental del evento eran las tandas de vueltas que los participantes podían dar libremente al circuito, por lo que eran legión modelos como los BMW Serie 3 E30, tanto en sus versiones más civilizadas, descapotables incluidos, como en la mítica primera generación del M3, del que se podían encontrar maravillosas unidades por las que parecía no haber pasado el tiempo.
Diversas preparaciones también estaban presentes, auténticos bólidos de Rally de otras épocas como los Opel Kadett, Abarth o el Peugeot 205 preparado de nuestros amigos de Dragsters 2.000 hicieron las delicias sonoras de los espectadores, que jaleaban las pasadas de vuelta y adelantamientos como si de la final de un campeonato se tratara.
Catálogo de belleza
La oferta para contemplar era muy elevada y de mucha calidad, a los sempiternos Porsche, de todos los modelos y épocas, se unían un buen número de modelos americanos de los sesenta, setenta y ochenta. Dos Chevrolet Camaro SS, varios Pontiac Firebird, entre los que había hasta tres recreaciones de K.I.T.T y un buen número de Mustang y Corvette, entre los que destacaban las unidades del escultural C3 y un C4 ZR-1, todos en magnífico estado de forma.
Los deportivos europeos estaban muy bien representados por los Porsche antes mencionados, dos Alpine, un A110 amarillo y una fantástica unidad azul del A 310 con sus característicos faros carenados, Ford Sierra Cosworth y los imperecederos Ferrari V8 de los setenta y ochenta, un Ferrari 308 GTBi y un 328 GTS, que junto a varios clásicos inolvidables como el Mercedes 190 Sl, entre otros, conformaban un auténtico portfolio de belleza sobre ruedas del Siglo XX.
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