Tan solo diez afortunados fans de Caterham Cars y del piloto Kamui Kobayashi tendrán la suerte de poseer uno de los vehículos que saldrán en esta edición hiperespecial conmemorativa. De hecho, la marca ha tenido un guiño muy especial hacia el mercado japonés ya que sólo se venderán en el país de origen del carismático piloto.
Así, David Ridley, jefe del departamento comercial declara que "dado que Japón es el segundo país de ventas de Caterham y allí hay una gran afición tanto por la Formula 1 como por Kamui Kobayashi, estamos encantados de ofrecer a los seguidores japoneses este exclusivo vehículo el cual ha sido diseñado y desarrollado en colaboración con el propio Kamui".
Estos coches tendrán un precio de 6.000000 de yenes, impuestos al margen, que al cambio serán unos 43.000 euros y por ellos recibirán un vehículo basado en el Seven 250 R de 125 CV a 6.100 rpm el cual acelera de 0 a 100 en menos de seis segundos, concretamente, en 5,9 y tiene una velocidad punta de unos 180 km a la hora que asegura una diversión comparable con pocos coches.
Kamui Kobayashi
Lo más destacable en cuanto al exterior es el color de este Caterham, el cual recibe un negro brillante que luce especialmente bien junto al mismo verde que el coche que el propio Kobayashi pilota en el mundial de Formula 1. Además, una tira en negro mate que recorre desde la parte posterior a la delantera con el nombre de Kamui en la zaga y el número 10 delante.
Como coche dirigido al disfruto en los circuitos que es, este pequeño juguete dispone de una única plaza, lógicamente situando todos los mandos a la derecha como vehículo destinado al mercado japonés. El asiento es un baquet y los arneses, firmados por la conocida marca de accesorios racing Takata, aportando su típico color verde, dan un toque muy llamativo al interior.
El propio piloto se ha implicado en la puesta en escena de su coche y lo hizo rodar en el circuito de Silverstone, donte, tras ponerlo a prueba, dijo que "Para mí el Caterham Seven es un coche de verdad, cuando lo conduces sientes cómo tú lo dominas y no es el coche quien te lleva a ti. En mi monoplaza de Formula 1 hay gran cantidad de ayudas electrónicas que lo controlan todo pero en este Seven sientes realmente el placer por conducir".
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