Este vehículo, nacido para hacer frente al todopoderoso Veyron, ya de por sí asusta con sus 800 CV disponibles con el tanque surtido con gasolina pero el poder crece un 25% mediante el uso de etanol (E85) y el poderío asciende hasta los 1.014 CV. Espectacular.
Tanto como su aspecto. Estos vehículos que más parecen prototipos de competición que de calle, resultan visualmente impresionantes y este Agera R sigue el camino de sus hermanos más mayores. Este aspecto es gracia también al uso de materiales maleables al gusto del diseño, así, el nuevo R abusa de la fibra de carbono hasta límites inusuales como es, para este caso, en las llantas ya que es este material el que mantiene en contacto con el suelo los 1.330 kg en vacío.
El motor del Agera R es un V8 de 5.0L soplado de forma doble por sendos turbos que dirigen su trabajo a la caja de cambios de doble embrague, de tipo secuencial y de siete marchas combinados por un control de tracción con cinco modos diferentes de asistencia. Evidentemente tal derroche de caballos necesita un sistema de frenado a la altura: monta unos discos de 390 mm mordidos por pinzas de seis pistones delante y 370 mm y cuatro pistones detrás.
Prestaciones de vehículos de competición
Con estas especificaciones técnicas, el Agera R logra alcancanzar una velocidad máxima inimaginable de llegar si no es en unas circunstancias muy concretas como una pista de aterrizaje o un de pruebas de aceleración ya que logra alcanzar un techo de 440 km/h y ya no un 0-100 que quite el hipo sino un 0-300 km/h en 14,5 segundos, pero ojo una frenada de 300-0 km/h en tan solo unos infernales 6,66 segundos.
Como decíamos, desde la firma se asegura que para este Agera R se han incorporado soluciones extremas para lograr demostrar una vez más que es posible sorprender con un derroche de potencial acorde con el precio del vehículo, próximo a 1,2 millones de euros.
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