Y es que con el nuevo AMG GT Mercedes ha puesto en el mercado un directo competidor del eterno "nueve-once" sobre todo en cuanto al coste de adquisición se refiere.
Tomando como punto de partida que las variantes del nuevo y segundo deportivo íntegramente desarrollado y construido por AMG tras el extinto SLS, cuentan con el mismo bloque motor, el V8 de 4 litros biturbo, el GT más básico es el que desarrolla 462 CV, esto significa 62 más, según datos tomados de ambas marcas, que el 911 Carrera S y 4S, de 121.221 y 129.332 euros respectivamente, costando el Mercedes 141.800. Esto es: mucha más potencia por un ligero mayor precio.
Pero es cuando nos metemos a compararlo con el 911 Turbo cuando la comparativa más se empareja pero a la vez más se distancia ya que por sus 521 CV se pagan a poco más de 186.000 euros por los 163.400 del AMG GT S de 510 CV, es decir, unos 23.000 euros menos por 11 CV menos en un motor turbo.
Y es que la cosa se distancia si tuviéramos que elegir puesto que el más potente de los 911 actuales, el Turbo S de 560 CV cuesta 223.967 euros, mientras que el GT más extremo, de momento, el S Edition 1 pero también de 510 CV cuesta 181.170 ¿Potencia o precio?
En conclusión
Es decir, solo en el caso de que enfrentásemos un AMG GT S y un 911 Turbo la leve diferencia de potencia se vería compensada por un menor coste del Mercedes. En el caso de dudar entre un GT de "acceso" o un 911 del segundo peldaño, el desembolso para los Carrera juega a su favor, no así si estamos hablando del Turbo S o el GT S Edition 1, donde el Mercedes, aún siendo mucho menos potente, es mucho más barato.
Está claro que la última palabra la tiene quien disponga de la posibilidad de comprar uno u otro y eso, sin duda, lo valorará una vez se suba, conduzca y disfrute al volante de cualquiera de los vehículos de los que hemos enfrentado en este análisis.
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