Los campeonatos mundiales de Rallies desde sus inicios han representado la mayor prueba de tecnología y pilotaje para las empresas fabricantes de coches, pero existió una época en particular en la que sus participantes protagonizaron una batalla casi sin cuartel por coronarse como máximos líderes de esta competencia, esa época transcurrió en los años correspondientes a la década de los 80; y es que precisamente está fue la época en donde los Rallies experimentaron una serie de cambios radicales ya que el campeonato del mundo había alcanzado un alto nivel, por lo tanto, se le exigía muchísimo a sus participantes, y esto trajo como consecuencia que sus coches evolucionaran a tal punto que muy poco tenían que ver con su generación anterior. Según podemos observar en los diferentes registros de historia estos cambios impactaron cuando se creo el Grupo B, este se puede definir como una serie de regulaciones para coches de carreras que fueros establecidas por la FISA, lo que hoy conocemos como la FIA, la cual permitía realizar adaptaciones a los coches con el fin de mejorar sus prestaciones y rendimiento en las competiciones de Rally.
Surge el grupo B
Aunque el Grupo B solo estuvo vigente por unos cuantos años, durante ese corto periodo de tiempo fueron muchos los adelantos alcanzados por las empresas fabricantes de coches en su búsqueda por hacerse del título de campeón. Este inició en el año 1982 para sustituir al Grupo 4, y se mantuvo vigente hasta 1986 cuando fue eliminado o mejor dicho, prohibido, debido al gran número de accidentes mortales, siendo reemplazado por el Grupo A. Durante el tiempo que estuvo vigente el grupo B fueron muchas la novedades técnicas a nivel de competición, una de esas novedades y tal vez la más importante y significativa de esa época fueron los motores turboalimentados y la tracción integral; los coches que participaban en el grupo B eran ligeros y potentes. Entre los coches que utilizaron estos novedosos componentes en aquella época tenemos el Peugeot 205 Turbo 16, el Lancia 037, el Lancia Delta S4 y el Audi Quattro por solo nombrar algunos.
Fue el primero 4x4
El Audi Quattro fue el primer coche que uso tracción en las 4 ruedas, el Quattro era la variante deportiva del Audi 80 B2 y para el momento representaba la versión que era el tope de gama del Audi Gt tipo Coupé. Hay que destacar que para entonces la tracción en las 4 ruedas representaba la tecnología más vanguardista del momento. El inicio de la historia de la fabricación de este coche es un tanto particular, la marca Audi ya llevaba un tiempo en el negocio de la fabricación de coches los cuales eran modernos y con determinación sólida, pero le hacía falta ese toque aventurero. A finales de los años 70, más concretamente en 1977, un grupo de jóvenes ingenieros emprendedores de la marca tenían la necesidad imperativa de forzar un cambio en el estilo de fabricación de sus coches, pues uno de ellos, al observar un modelo en concreto de Volkswagen el Iltis, que utilizaba tracción en sus cuatro ruedas le dio una idea; por qué no introducir en nuestra fabricación de coches esta combinación más potencia, tracción completa y una carrocería más llamativa, a esta idea la llamaron el principio Quattro.
Con pocos recursos, pero exitoso
Así, de manera secreta, iniciaron el proyecto contando solamente con el apoyo del ingeniero de técnica, el señor Ferdinand Piech, y un presupuesto muy limitado. Ya para el año 1980 durante la celebración del Salón de Ginebra es presentado el Audi Quattro que era un modelo con un motor de 200 caballos de fuerza; este obtuvo una muy buena aceptación gracias a la presa quien jugó un papel importante, al cabo de muy poco tiempo ya estaba claro que este modelo marcaba un nuevo camino en lo que sería la fabricación de los coches de la marca de los cuatro aros.
En el año 1982 se lanza al mercado el Audi Quattro Treser Roadster diseñado por Walter Treser, y que es una variante del modelo cabrío y de la que solo se fabricarían unas 39 unidades. En 1984 este modelo recibe una importante actualización, no solo de sus partes estéticas, sino también bajo el capo y suspensión, ahora este coche cuenta con un poderoso motor que entrega un poco más de 450 caballos de fuerza, una suspensión McPherson, y su distancia entre ejes se hizo más corta. El resultado fue como se esperaba, un coche veloz que dejó a la marca 23 victorias, dos campeonatos de pilotos y dos campeonatos mundiales.
Para la calle, pero usado en los rallies
Aunque el Audi Quattro nació como un coche destinado al uso en carretera, su historia transcurrió en gran parte en las competencias de Rally, y antes de convertirse en el Audi Quattro Sport que todos conocemos, este paso por un proceso de evolución muy rápido, inclusive se podría decir que prácticamente el mismo tiempo que duro el Grupo B, ya que este coche estuvo en producción unos cuantos años más, hasta que dejó de producirse. Sin embargo, y luego de varios años, sigue siendo un ícono muy recordado y querido por muchos debido a la importancia protagónica que logró en las competencias de rally, aquella que para muchas personas fue la época dorada.
La historia del Audi Quattro Sport es tan importante que podemos afirmar que inició la fabricación de muchos de los coches de altas prestaciones de hoy en día tales como el Subaru Impresa, por solo nombrar un modelo.
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