Un concesionario británico dispone entre su stock de una unidad muy especial del Lamborghini Diablo VT Roadster, la versión descapotable y de tracción total del deportivo de Lamborghini de la década de los noventa. A la especial configuración de este ejemplar, uno de los solo 20 que fueron fabricados en configuración RHD, con volante a la derecha para mercados como el británico, japonés o australiano, se suma que cuenta con un historial de propiedad muy llamativo. Con no uno, sino hasta dos famosos que lo han aparcado en su garaje.
La versión Diablo VT roadster fue presentada a finales de 1995, cinco años después de la llegada al mercado del Diablo y dos más tarde de que la marca presentara las versiones de tracción total VT (siglas de Viscous Traction). Por tanto, el VT roadster no solo contaba con un panel de techo de fibra de carbono desmontable de forma manual, sino que disponía del sistema de tracción total, que originalmente enviaba todo el par a las ruedas traseras, hasta que por falta de adherencia el sistema enviaba potencia a las ruedas delanteras.
En el caso de este ejemplar, está disponible en el concesionario británico Amari, el mismo donde también está disponible el fabuloso Porsche 911 3.0 RSR recreación que vimos hace unas semanas. Este dispone además de una particularidad muy rara, según afirma el concesionario, como se aprecia en las imágenes no cuenta con los faros delanteros de tipo retráctil, contando con unos faros muy similares a los que estrenaba el Diablo tras su restyling, una vez pasaba ya a ser propiedad del Grupo VAG a través de la marca Audi. Según el concesionario, este es el único ejemplar del modelo en contar con este tipo de elemento, sin embargo, lo cierto es que todos los Diablo VT roadster de 1999 ya contaban con este elemento.
Historial
Durante la vida del modelo ha tenido hasta cuatro propietarios, entre los que se incluyen el cantante Rod Stewart, que también tuvo un Lamborghini Miura, y el luchador Kendo Nagasaki. Actualmente, el concesionario británico pide por el 269.995 Libras, unos 385.356 dólares estadounidenses. Un precio un tanto elevado para una unidad regular del Diablo pero que por kilometraje e historial, además de la escasa producción de ejemplares de volante a la derecha puede justificarse.
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