No es fácil diferenciar el Lamborghini Egoista de un caza, o un helicóptero militar. Los materiales utilizados en su carrocería son los mismos que estos utilizan para no ser detectados por los radares. Incluso las luces parecen estar pensadas para posicionar el coche en el aire, con luces en el techo, y apuntando hacia la carretera. Esta obra de arte de la ingeniería ha sido diseñada por Walter de Silva, acompañado por Alessandro Dambrosio para el diseño exterior, y Stefan Sielaff para el interior.
Entre los tres, han diseñado un vehículo con motor central, y un habitáculo al que se accede mediante una cúpula de cristal retráctil que nos deja ver un copckit más propio de un avión de combate que de un superdeportivo. El Lamborghini Egoista mezcla el color gris de su carrocería, con el negro y naranja de sus paneles interiores, sus tomas de aire, y escapes.
Según los diseñadores, la vista lateral del vehículo se inspira en la silueta de un toro a punto de embestir, que por algo es el logotipo de la marca. No existen apéndices aerodinámicos que sobresalgan del vehículo, pero hay unos flaps que se extienden dependiendo de la conducción, y de las condiciones de la carretera.
Una mecánica a la altura
La marca italiana ha dado muy pocos detalles sobre la mecánica de este nuevo monoplaza. El Lamborghini Egoista monta el mismo motor V10 de 5,2 litros que ya utiliza el Gallardo, pero en este caso, el poderoso motor aumenta su potencia hasta 600 caballos de potencia.
Falta por conocer los detalles de rendimiento, aunque tratándose de un vehículo conmemorativo del 50 aniversario de la marca, estamos seguros que las cifras serán de infarto. Además, su tracción a las cuatro ruedas le permitirá transmitir toda la potencia del motor al asfalto para conseguir unas impresionantes cifras de aceleración, sin menospreciar el paso por curva.
Precisamente para mejorar el agarre, Lamborghini también ha rebajado la altura del Egoista, consiguiendo reproducir el efecto suelo que encontramos en los vehículos de competición de la Fórmula 1, o en resistencia.
Algunas incomodidades
Un diseño tan sumamente radical no podía estar exento de algunas incomodidades. La ausencia de puertas hace que para entrar y salir del habitáculo del Egoista debamos saltar obligatoriamente por encima de la carrocería. Para ello, Lamborghini ha dispuesto una pieza de fibra de carbono pensada para que nos apoyemos en ella para subir al vehículo.
Además, es necesario retirar el volante para entrar o salir del vehículo, y además girar el asiento 180º, algo que se realiza mediante un mecanismo hidráulico. Como podéis ver no es de lo más cómodo que podemos encontrar en el mercado, pero se trata de un monoplaza pensado para disfrutar egoístamente de la conducción. Hay que ponérselo difícil a los demás.
Como contraprestación a estas peculiaridades, Lamborghini nos ofrece una posibilidad extra. El Egoista es un vehículo cubierto por una cúpula de cristal, pero la marca italiana permite convertirlo en un roadster, ya que esa cúpula puede retirarse para convertir el coche en un autentico monoplaza.
¿Llegará a ponerse a la venta?
Tratándose de Lamborghini no podemos descartar nada. En cualquier caso, hay que tener claro que por el momento se trata de un prototipo, y que la marca italiana no tiene intención de ponerlo a la venta. Pero en cualquier caso, hay que recordar la exclusividad de algunos de los modelos como el Veneno, del que tan solo se fabricaron tres unidades, o el caso del Aventador J, del que tan solo existe una unidad que fue vendida por dos millones de Euros.
A pesar de todo, en este caso nos decantamos porque el coche se quedará en las instalaciones de la marca italiana. Lamborghini está celebrando su 50 aniversario, y es una ocasión muy especial como para dejar el vehículo en manos de "cualquiera".
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