Presentado oficialmente ayer, la emergente economía china parece ser la elegida para sondear la sostenibilidad de este proyecto. Es decir, dependiendo de la aceptación que tenga o no este vehículo, que a nadie ha dejado indiferente, el todoterreno será fabricado y puesto a la venta.
La presencia del presidente de Lamborghini, Stephan Winkelmann, es más que significativa, es toda una declaración de intenciones. Los fabricantes de vehículos más lujosos orientan sus estrategias de mercado a conseguir nuevos clientes en este país asiático. Por eso no es de extrañar que las marcas de mayor prestigio estén echando toda la carne en el asador en este Salón Internacional de China.
Lo que no sabemos es cómo han recibido los hipotéticos clientes del Urus a este vehículo cuya reacción ha sido realmente dispar. Si bien, a nadie ha sorprendido su potencial, de 600 CV gracias a un motor V8 biturbo, su apariencia monstruosa, la líneas tan radicales pero a la vez innovadoras conjugadas con una estética relativamente familiar con los actuales productos de la marca, concretamente con el Aventador, hacen que la mezcla pueda provocar una digestión pesada.
El Urus depende de China
Así que, como en propias palabras de Winkelmann, quedaremos a la espera de confirmar o no la fabricación de este todoterreno cuyo coste se estima próximo a los 180.000 Euros.
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