Lamborghini da la campanada. Si hace tan solo unos meses nos sorprendía con el Veneno, ahora nos deja boquiabiertos con el Veneno Roadster. Esta maravilla tecnológica está dispuesta a luchar de tú a tú con el Ferrari Laferrari, McLaren P1 o con el Porsche 918 Spyder, pese a que desde Sant'Agata Bolognese no han querido encarnizar una batalla.
Este superdeportivo de museo cuenta con un techo desmontable, que lo hace aún más tentador que la versión de techo fijo. Lamborghini ha decidido bañar a todas las unidades del mismo color, el precioso Rosso Veneno.
En su carrocería, podemos admirar unos trazos que evocan a los super gt's de circuito, pero manteniendo la compostura, dando al Lamborghini veneno una imagen de chico duro pero distinguido.
Su interior, alberga grandes dosis de deportividad y elegancia, que conviven en armonía, permitiendo enamorarte de él con tan solo un vistazo rápido. Su piel vuelta negra combina a la perfección con las costuras rojas que unen las piezas de piel del asiento.
Una orquesta perfecta
Bajo el capó de fibra de carbono del astado, late un nervioso corazón V12 de nada menos que 750 CV, que conseguirá dejarte pegado al asiento, pues realiza el 0 a 100 en tan solo 2,8 segundos, además de alcanzar una velocidad máxima de 355 Km/h. Esto es posible gracias a las buenas migas que hace el motor con la caja de cambios secuencial
Esta maravilla de la ingeniería estará limitada a tan solo 9 unidades. 9 afortunados propietarios podrán contemplarlo en su garaje, eso sí, esta obra de arte contemporaneo tiene un precio no apto para la mayoría de los mortales, puesto que hay que desembolsar la escalofriante cifra de 3,5 millones de euros.
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