Los vehículos con tecnología eléctrica son el camino hacia el futuro. Cuando nos ponemos a pensar en lo complejo que debe ser construir un motor eléctrico para un coche de seguro llegamos a la conclusión de todo lo que debe costar, a nivel económico, el diseño, las pruebas, y finalmente, su puesta en marcha. La historia de los coches eléctrico no es nueva, y data desde los años 1800. Ciertamente, los modelos propulsados a combustión fueron pioneros y más populares; desde su aparición en el mundo, fueron muchas las personas que se interesaron por ellos. Se presentaron en distintas exposiciones y comenzaron a venderse como pan caliente.
Karl Benz fue uno de los pioneros en el diseño y la creación de los nuevos coches, de hecho, construyó el primer automóvil propulsado por un motor. Este vehículo contaba de tres ruedas, y fue patentado en Alemania, a finales de 1886. Su aspecto era similar a la de una carreta, esas que eran impulsadas por caballos. Contaba con propulsión trasera, y tenía una barra que hacía de dirección. El Benz Patent-Motorwagen, era propulsado por un motor que se instaló en la parte trasera, y este motor era de un solo cilindro. Este motor usaba como combustible éter de petróleo, una sustancia parecida a la gasolina.
Los primeros eléctricos
Con el pasar de los años otros inventores se unieron a esta iniciativa y comenzaron a diseñar distintos modelos de coches. Es por ello que hoy existen diversas empresas por todo el mundo que diseñan y crean diversos modelos, aunque también debemos acotar que, con la llegada de los coches de combustión, algunas personas comenzaron a inventar otros modelos de coches, con características cero contaminantes, es decir, vehículos impulsados por electricidad. Fue entonces que en 1881, en la exposición de electricidad celebrada en París, se presentó un coche de tres ruedas, impulsado por un motor eléctrico y cuyo creador fue el señor Gustave Trouvé. Esto dio pie a que otros ingenieros diseñaran y sacaran a la venta otros modelos también con características eléctricas.
La historia de estos coches fue bastante productiva. En principio se vendían muy bien, pero llegó un momento en que los coches impulsados a combustión los desbancaron del mercado por ser más económicos y prácticos, por contar con una autonomía mayor, además de poder recargar de combustible en las muchas estaciones de servicio ubicadas en muchos lugares estratégicos. Los coches eléctricos debían esperar cierto tiempo para recargar completamente su batería, y su autonomía de uso era mucho menor.
Pero esta situación fue cambiando a medida que transcurrieron los años. Hubo dos detalles de suma importancia para que los coches eléctricos comenzaran a tener éxito de nuevo, su costo en relación a los modelos de combustión, y la extensión de la duración de la batería o en otras palabras, el tiempo o la extensión de su autonomía. En ese sentido, las baterías de Ion Litio o de polímero se han venido asentando en el mercado automotriz, o se han convertido en herramientas muy populares en estos últimos tiempos. Estos acumuladores de energía han sido capaces de mover los coches eléctricos de última generación, y cada día mejoran sus prestaciones, su cantidad de kilómetros recorridos y el tiempo que tardan en recargar su energía.
Algunos modelos eléctricos importantes
Un ejemplo de un coche eléctrico muy popular es el fabricado por la marca Nissan, el modelo Leaf. Este vehículo es uno de los eléctricos más vendidos del mundo, de hecho, desde que salió al mercado, se calcula que sus ventas son superiores a las 200.000 unidades. Se espera un próximo lanzamiento del Nissan Leaf en su versión 2018, y desde ya anuncian que su batería de Ion Litio brindará una autonomía sobre los 300 y 400 kilómetros recorridos.
Desde luego, existen otras marcas que también han sido exitosos en el diseño de coches eléctricos, entre ellas, Mitsubishi con el i-Miev, Citroën con el C-Zero, Peugeot con el iOn y Renault con el Fluence ZE. La autonomía de las baterías de litio de estos modelos rondaba los 150 y 10 kilómetros de recorrido.
Pero el caso más destacado es el de la empresa Tesla. Podemos mencionar como ejemplo su modelo S. Este coche es una berlina de gran potencia y gran autonomía. Cuenta con una batería de 85 kWhde capacidad, transmisión trasera y es capaz de generar unos 422 caballos de poder. Respecto a su autonomía de recorrido, está calculada en unos impresionantes 502 kilómetros. Pero los progresos continuaron, y las baterías de litio siguieron evolucionando y generando más autonomía de recorrido. La propia Tesla incluirá mejoras en sus vehículos y se espera que el modelo S alcance unos 613 kilómetros de autonomía. Con ellos, Nissan, Renault, Chevrolet, entre otras empresas, ya preparan un futuro cercano en el cuál los coches eléctricos dominarán las calles y avenidas del mundo.
Se esperan más avances
Tendrán que ponerse a la par con Tesla, quienes prometen más recorrido en todos sus modelos. El mismo CEO de la compañía americana, Elon Musk, anunció que para este mismo año, espera ver un modelo de Tesla recorrer unos 1000 kilómetros con una sola carga.
Pero todos estos avances se deben a una sola razón, las baterías de Ion Litio utilizadas para hacer funcionar a todos estos modelos. Podemos esperar que prontamente se anuncien otras maravillas de la tecnología eléctrica, entre coches, motos y camiones. Los avances no se detienen, la reducción de la contaminación a nivel mundial así lo amerita. Definitivamente, las baterías diseñadas para los coches eléctricos serán el corazón que nos moverá dentro de pocos años.
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