Cuando tenemos un coche una de las cosas más importantes, y que nos transmite seguridad, es el buen funcionamiento de su motor. Y es que las partes mecánicas del coche son similares a los instrumentos de una orquesta, es decir, todos deben trabajar de manera conjunta para asegurar el verdadero éxito. Sin embargo, para lograr el buen funcionamiento de nuestro propulsor es necesario que constantemente le practiquemos sus servicios de mantenimiento preventivo, y el tiempo o la constancia de ello dependerá de las recomendaciones del propio fabricante, o en su defecto de nuestro mecánico de confianza.
La limpieza del coche es fundamental, de hecho, no hay nada más agradable que ingresar al interior de un coche y conseguir todo limpio. De la misma manera, la apariencia estética del coche es fundamental, recuerde que, como dice el refrán, "las cosas se parecen a sus dueños". En ese sentido, muchos conductores tratan de mantener hasta el motor de su coche pulcro, como cuando lo sacaron de la agencia, y para ello se dedican a limpiarlo de diferentes maneras, aunque no siempre usan los métodos más adecuados, y terminan provocando fallas o inconvenientes que pueden traducirse en eléctricos y mecánicos.
Para muchos, la limpieza del motor se ha convertido en una verdadera necesidad, es por ello que en esta oportunidad analizaremos algunas maneras interesantes de cómo lavar el motor de nuestro coche para que no sufra daño alguno. Para comenzar, lo primero que debemos tomar en cuenta es que, cuando hablamos de limpieza, no solo nos referimos a rociar el propulsor con agua y con jabón, también hay otros detalles que se deben tomar en cuenta, sobre todo si se trata de coches antiguos, que ya tienen algunos años de uso; en estos casos, se debe prestar más atención, y tomar en consideración que el tiempo y los años de uso van desgastando poco a poco las partes y piezas que lo componen.
En principio, ¿por qué lavamos el motor? Las respuestas son variadas, pero las más comunes son para que luzca bien o para vender el coche. No todos los métodos para el lavado son eficaces, aunque al final será usted quien decida cuál es el más indicado. Aunque suene contradictorio, es preciso entender que, mientras menos moje el motor mayor probabilidades tendrá de causar daños o fallas, por ello será preciso valernos de ciertos objetos como brochas o pequeños cepillos para sacudir las partes y piezas más visibles.
La limpieza en seco
Un cepillo, una brocha, un trapo seco, y si tiene una aspiradora, serán las herramientas más adecuadas para realizar la limpieza que denominaremos "limpieza en seco". La limpieza en seco trata de no utilizar agua; lo más común al hacer esta actividad es sacudir las partes visibles con el mayor de los cuidados posibles para no desconectar algún enchufe que pertenezca a sensores, batería, entre otras cosas. Será necesario limpiar la suciedad que se acumula en el motor, y para ello utilizaremos una aspiradora. Limpiar el interior del capo es importante porque al cerrarlo el polvo y el sucio acumulado caen en el motor.
En el caso del trapo, será importante rociarlo con algún limpiador multiuso y luego pasarlo por tapas o zonas plásticas, recuerde que al hacerlo no debe tocar bruscamente conectores ya que tienden a salirse y puede ocurrir que no nos fijemos y luego nos cueste saber donde iba. Otro aspecto que merece mención es el desengrasante, ya que generalmente el limpiador multiuso no es suficiente para limpiar y quitar las manchas de aceite. Al igual que con el limpiador, es importante tener el sumo cuidado posible, evitando rociar este líquido en los mangos de goma, los cables, etc. Este método es uno de los más sencillos, de hecho, no requiere tanto cuidado ya que se trata de una limpieza artificial, por así decirlo.
El método más exhaustivo
Otro paso que podemos poner en práctica es el que podríamos definir como más profundo, y este sí requiere tocar o mover partes y piezas, e inclusive desmontarlas para luego volver a instalarlas. Para este caso debemos contar, no solo con un cepillo, trapo y el ya conocido líquido desengrasante o multiuso, además debemos tener a mano destornilladores, y en el caso de los coches más antiguos llaves para aflojar y extraer tuercas.
Desmontar e instalar piezas
Hay algunos que son más meticulosos al hacer ciertas cosas, por ello, prefieren desmontar ciertas piezas como los filtros de aire, tapas del motor, tapa de la suichera, entre otras cosas, inclusive, hay quienes van más allá y se atreven a sacar las bujías del coche y los cables, siguiendo en orden correlativo en el que van. Para esto se aconseja tomar una imagen o foto antes de realizar la operación, de esta manera aseguraremos instalar cada pieza en el debido lugar.
El método menos recomendable
Por último, y el método menos recomendable, es el de rociar el motor con agua a presión. Los mecánicos no recomiendan este paso porque generalmente desencadena fallos, sobre todo eléctricos, al momento de volver a encender el motor. Sin embargo, si usted se atreve a realizar este tipo de limpieza use plásticos, bolsas o fundas plásticas para cubrir las partes eléctricas, recuerde que en estas se producen fallos o cortos circuitos que en el peor de los casos pudiera desencadenar un incendio.
Si bien es cierto que a todos nos agrada mantener pulcros nuestros coches siempre será ventajoso estar al pendiente al momento de realizar la limpieza tanto estética como interna y mecánica; no se distraiga, cualquier error puede desencadenar molestos inconvenientes que luego nos pueden costar mucho dinero solventarlos.
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