Por lo general cuando hablamos de coches la parte mecánica es una de las que más nos intriga, y es que precisamente es aquella que hace posible que tanto el motor como los demás componentes funcionen correctamente, generando el movimiento del motor de nuestro coche. Sin embargo, a nivel mecánico son muchos los factores que entran en juego, desde los que parecen más insignificantes, hasta aquellos que dan la impresión de ser muy complejos, todos y cada uno de ellos conjugándose y trabajando de manera coordinada para lograr la energía necesaria que mueve el propulsor.
Es por ello que bien vale la pena entender cuál es el momento más oportuno para realizar el respectivo mantenimiento o cambio de piezas, sin que ello afecte de manera negativa el normal desenvolvimiento de la máquina; sin lugar a dudas, una de las piezas más importantes dentro del motor del vehículo son las bujías. Estas pequeñas partes en forma alargada son las encargadas de generar esa chispa que hace posible la explosión dentro del motor, y por ende son las que impulsan el movimiento de los pistones. Todas las bujías deben estar en buen estado para que este efecto se realice de forma tal que no se presenten fallos a nivel mecánico, por lo que se hace importante saber discernir en que tiempo se deben sustituir, o en su defecto, limpiar.
Cuándo las bujías están sucias
Cuando las bujías de nuestro coches están sucias se presentan una serie de acontecimientos y fallas que afectan directamente en el rendimiento del propulsor; entre los fallos más comunes que se pudieran suscitar encontramos, por ejemplo, que este falle cuando se encuentre sometido a grandes esfuerzos. Los tirones o jalones son muy comunes cuando las bujías del coche están sucias. Otro de los aspectos importantes es que el encendido del motor cuesta o tarda más de la cuenta, inclusive cuando se da el movimiento en baja comienza a fallar.
Cómo se ensucian las bujías
Por lo general las bujías se ensucian porque se llenan de impurezas, sobre todo en la zona donde se genera la chispa que hace posible la explosión, es decir, en el electrodo. También tenemos que se pueden llenar de aceite motivado al resto que queda en los depósitos de los cilindros, por lo que deben limpiarse de manera correcta. Otro factor determinante es que pudieran estar oxidadas, y en este caso el salto de la chispa sería muy débil y la explosión no se produciría con la potencia correcta. Todos estos detalles nos indican que tenemos un problema en las bujías y necesitan ser limpiadas o cambiadas en la brevedad del caso.
Dos maneras de limpiar las bujías
Son dos las maneras más tradicionales de limpiar las bujías, y la primera de ellas se basa en utilizar una lija y aceite WD40. En este método comenzaremos con desconectar el terminal negativo de la batería, en este caso, el que tiene el símbolo de menos (-), aflojándolo y llevándolo hacia afuera. Seguidamente, ubicaremos los cables de las bujías, aquellos que salen desde la bobina del coche hasta empatar con las bujías; antes de aflojar y sacar los cables será necesario retirar los desechos que se acumulen alrededor de las bujías, solo así evitaremos que estos caigan dentro de los cilindros. Luego procederemos a desconectar los cables con cautela, de hecho, si se percata que alguno de ellos está atascado no lo hale de golpe, al contrario, trate de girarlo, darle vueltas para que poco a poco seda. Lleve un orden de los cables y sáquelos de uno en uno para evitar confundirse; en este aspecto es bueno aclarar que en todos los coches la ubicación y los modelos de cables de las bujías varían, ya que habrá algunos que se encuentren de una manera más fácil y cuyos cables lleven una misma medida, pero otros pudieran variar, haciéndonos confundir de manera sencilla y llevándonos a cometer errores si no nos percatamos.
El siguiente paso nos indica que tenemos que utilizar una llave especial para extraer las bujías, y por lo general se pueden utilizar dados o un saca bujías, ambos se consiguen en las tiendas donde venden accesorios para coches; desenrosque las bujías con cuidado y extraiga una a una. Revise que estas no estén quemadas, sobre todo en la parte del electrodo, de ser así, use la lija para limpiarla de manera suave, haciendo movimientos hacia adelante y haca atrás. Extraiga todo desecho de alrededor de la bujía. Limpie la rosca con un cepillo de alambre o un cepillo especial para limpiar las bujías, y hágalo en la misma dirección de la rosca para lograr una mejor limpieza. Culmine rociando el aceite WD40 el cual se evapora de manera rápida. Repita el mismo procedimiento en el resto de bujías.
Limpieza con un soplete
Este método es más sencillo pero sin duda más peligroso si usted no sabe cómo operar un soplete. Luego de retirar las bujías tome la primera y coloque la parte del electrodo en la llama, recuerde que antes de hacerlo debe sostener la bujía con un alicate y utilizar guantes especiales para evitar quemaduras. Cuando la parte del electrodo esté al rojo vivo apague el soplete y deje que la bujía se enfríe; es importante señalar que la llama limpiará cualquier impureza alrededor de la bujía.
Esté atento a los fallos que se presenten en su coche. Se recomienda revisar las bujías de su coche cada 6 meses, limpiarlas y de ser necesarios simplemente sustituirlas. Asegúrese de comprar las bujías ideales para su coche, y las marcas recomendadas por el fabricante.
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