Cuando conducimos la seguridad es un tema de vital importancia, incluso para los conductores más expertos del planeta. Nadie está exento de sufrir algún accidente ya que todo dependerá del momento y las circunstancias que se presenten en el camino. Sin embargo, está comprobado que muchos accidentes dependen de las decisiones que se tomen al momento, de hecho, gran parte de los siniestros se le suman, por así decirlo, a los propios conductores. Es por ello que debemos estar al pendiente de lo que ocurra, pero sobre todo, tomar las decisiones correctas en el momento indicado porque, sin quererlo, pudiéramos convertirnos en culpables indirectos de todo lo que ocurra.
Fallos mecánicos
Existen muchos factores que bien pudieran causar un siniestro, entre ellas, las que nombraremos a continuación. En primer lugar podemos mencionar las que son relativas al coche, es decir, algún tipo de deficiencia o fallo en el coche, a nivel mecánico, o partes en mal estado. Las reformas o cambios de última hora también pueden afectar negativamente al vehículo y, aunque no lo parezca, también pudieran ser sancionadas con multas costosas y hasta con cárcel.
Anomalías en la carretera
En segundo lugar podemos mencionar aquellos factores externos que se encuentran en las carreteras, como por ejemplo, fallos en las vías, huecos, baches en la carretera, anomalías en el asfalto, pegostes de grasa en la vía, animales atravesando el camino, entre otras cosas. El tiempo de respuesta del conductor, y la decisión que tomará en ese preciso momento determinará cuál será su destino y el de sus acompañantes.
La climatología
Sin lugar a dudas es uno de los factores de mayor peso cuando conducimos. Muchos accidentes de tránsito ocurren a causa del mal clima. Las lluvias y tormentas que se presentan en el camino, la neblina, la baja visibilidad entorpecen el manejo oportuno y cuidadoso del conductor, convirtiendo cada kilómetro en un factor de riesgo inminente; pero dentro de la climatología complicada también podemos incluir aquellas zonas calurosas, como los desiertos, por ejemplo, que afectan de manera tal incomodando a los conductores y privándolos de realizar su tarea de manera efectiva.
Errores de conducción o peatonal
Los errores de conducción ocurren de manera constante y se deben a diferentes razones, como por ejemplo, malas condiciones físicas, impedimentos a nivel de salud para conducir, deficiencias en la vista o percepción para ver el camino, inexperiencia tras el volante, falta de conocimiento de la zona o las vías, entre otros factores de relevancia. Los peatones también juegan un papel fundamental en la prevención de los accidentes, aunque todo dependerá de su nivel de responsabilidad, y del respeto que le tengan tanto a las normas como a los conductores que circulan por las vías.
Por lo visto todo apunta a que el factor humano, tanto dentro como fuera del volante, es el mayor protagonista de la siniestralidad en las vías, de hecho, hay momentos en que los accidentes pueden evitarse si conducimos con el nivel de precaución que se requiere; por ejemplo, conducir a gran velocidad en una zona lluviosa o de poca visibilidad forma parte del nivel de riesgo que se puede evitar.
Los errores más comunes
Ahora bien, ya estando al tanto de los factores que pueden poner en riesgo nuestra vida es necesario entender cuáles son esos errores más comunes que se cometen y que conllevan a sufrir siniestros innecesarios. Para comenzar, tenemos el descuido del conocimiento del lugar o sector por donde circularemos; esto es algo muy común sobre todo cuando se viaja a lugares desconocidos. Muchas veces perdemos la ruta y terminamos tomando caminos erróneos. Perder la orientación podría resultar mortal.
Descuidar a otros conductores también cae como un error de nuestra conducción. Un punto a tomar en cuenta es que no todos los conductores manejan o reaccionan de la misma manera. Estar atentos a sus movimientos, a su tiempo de frenada y aceleración nos dará una idea más clara de quienes son y del nivel de complejidad que pueden presentar tras el volante. Pero recuerde, hay conductores que son una verdadera amenaza porque son irrespetuosos de las leyes, estos son los principales responsables de los accidentes viales.
Adelántese a los acontecimientos
Las maniobras suelen ser inesperadas y se deben practicar al momento; en otras palabras, no hay tiempo para practicarlas, por lo que debemos pensar de manera rápida y al momento. Aquí entra en juego el factor control, ya que librar con éxito las diversas situaciones dependerá exclusivamente de cuan controlados y serenos nos encontremos. Se podrán a prueba nuestros conocimientos, así como también nuestra habilidad y destreza tras el volante.
Como buenos conductores asegurémonos de realizar nuestra labor de manera responsable. Esté atento a cualquier circunstancia, y siga todas las indicaciones al pie de la letra. No se convierta en un factor de riesgo en las carreteras, y vigile constantemente cómo conducen los demás; manejar un coche es todo un arte, pero la experiencia será más emocionante si seguimos en todo momento las reglas.
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