Nuestro vehículo representa una inversión de muchos años de ahorro, por lo que debemos conservarlo en buen estado y corregir a tiempo sus fallas de modo que siempre esté listo para cuando necesitemos hacer uso de él. Ahora bien, a medida que va pasando el tiempo muchas veces como seres humanos vamos adquiriendo o desarrollando hábitos que pudiesen ser positivos o malos según sean nuestras costumbres; esto también se traslada al ámbito automotriz. Es por eso, que debemos corregir a tiempo para evitar males mayores antes que los mismos se conviertan en nuestra segunda naturaleza y sean difíciles de cambiarlos. En el caso de nuestros autos, dichas mañas como también se le conocen pudieran estar forzando o desgastando ciertos componentes del coche que a la larga te tocará reponer y por consiguiente causarán un golpe económico a tu bolsillo. A continuación analizaremos algunas de ellas.
Alargar el tiempo de mantenimiento
Todos los coches poseen un manual en donde se recomienda cada cierto período de tiempo hacerle labores de mantenimiento como el cambio de líquidos lubricantes o refrigerantes, así como el cambio o revisión del sistema de frenos. No obstante, muchos por no querer gastar tanto dinero en mantenimiento tienden a alargar un poco más el tiempo al ver que el vehículo no presenta fallas durante su operación. Pues hacer esto es un error que pagarás a largo plazo pues estarás restándole vida al motor de tu auto al operar con un filtro y aceite que ya pasaron el tiempo de buen funcionamiento, además, esto también dañará otras piezas del coche y sin decir que usas otro aceite más económico y diferente al recomendado por el fabricante del auto estarás exponiendo el motor a un desgaste prematuro o a la tranca del mismo. Adicional a esto, esperar a que comiencen a chillar las pastillas de freno trae como consecuencia el desgaste y ralladuras en el disco, por lo que tendrás que reemplazarlo, pues un disco deformado aparte de generar molestas vibraciones al frenar a alta velocidad, las pastillas no durarán nada.
Apoyarse de la palanca de cambios y abusar del embrague
Muchos usan como apoyo o descanso mientras conducen la palanca de cambios. Este es un mal hábito pues solo debe agarrarse el pómulo para hacer los cambios de velocidad a medida que el vehículo lo requiera, del resto ambas manos deben sujetar el volante. Además, por muy pequeña que parezca, se ejerce presión sobre los engranajes y los sincronizadores de la caja de cambios que se desgastarán y podrán causar que la caja comience a botar las velocidades. Por otro lado, mantener pisado el pedal del embrague después de haber hecho el cambio dañará los rodamientos, desgastará el embrague, el plato o disco. También es importante que aprendas a controlar el punto del embrague para el arranque en subida para no quemar el embrague al intentar arrancar el vehículo en pendientes pronunciadas y si te toca detenerte no mantengas pisado el embrague, es preferible desengranar la marcha y mantener el auto en punto muerto o neutro.
Conducir con el tanque de combustible en reserva
La sencilla razón por la que no se debe llegar hasta la reserva para equipar el tanque de combustible es para proteger la bomba. Ella funciona sumergida en el tanque, lo que le asegura no solo la correcta lubricación sino también su enfriamiento. De modo que al llegar a la reserva solo le queda unos pocos litros de carburante que la expone a secarse y por consiguiente pudiese sufrir un recalentamiento que la dañará. También se corre el riesgo de que deje de suministrar combustible a los inyectores al absorber burbujas de aire o partículas de sedimentos acumulados en el fondo del tanque. Para evitar apurar hasta el último litro de combustible es aconsejable llenar el tanque cuando el reloj del salpicadero indique que queda un cuarto de tanque. De este modo, aseguraremos un buen funcionamiento a la bomba y su posterior longevidad.
Colocar en neutro la caja de cambios en bajadas
Muchos piensan que colocar la marcha en neutro o en punto muerto en pendientes ahorrarán combustible y dinero. Pues bien, los coches poseen inyección electrónica y la central computarizada del auto es quien decide enviar información a la bomba para que esta mande el combustible y en pendientes el consumo es menor. Pero ocurre que por tratar de ahorrarnos un dinero en combustible lo gastaremos en frenos, pues estos podrán recalentarse. Además, al estar en neutro, el vehículo ganará más velocidad en la pendiente desbocándose, por lo que pudiésemos perder el control del mismo y causarnos un accidente que después lamentaremos. Por ello, mantenga siempre una velocidad aplicada cuando circule en bajada pues estará usando el mismo motor del auto para controlar la velocidad. También es importante estar muy pendiente y anticiparnos a lo que está sucediendo delante de nosotros, así evitaremos frenar de golpe o detenernos aún incluso ante el próximo semáforo sin tener que aplicar tanto el pedal del freno.
No frenar o pasar badenes o reductores a alta velocidad
Generalmente cerca de colegios y en algunos conjuntos residenciales o en algunas carreteras se colocan reductores de velocidad o badenes con el fin que los conductores minimicen la velocidad a circular por allí. Ahora bien, sucede que muchos tienen a pasar a una velocidad elevada dichos obstáculos en el pavimento. Si tenemos esa mala costumbre debemos tener presente que el auto sufrirá las consecuencias; los primeros de esta lista se encuentran los neumáticos que se deformarán por el constante golpe que se comparan como subirse a una acera. Entre otros componentes que se averían son las suspensiones y amortiguadores que al dañarse dejan de absorber de manera correcta las irregularidades del asfalto, generando molestas vibraciones y el chasis o el compacto ante el más mínimo doblés causado por este mal hábito ocasionará un desgaste irregular en los neumáticos. Hay otras malas costumbres detrás del volante que trataremos en otro futuro artículo y que generan en daños en nuestro automóvil.
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