Manhart BMW M235i, otra opción para los circuitos

A finales del mes de enero os hablamos del BMW M235i Racing, algo así como la muestra de lo que la Serie 2 puede ofrecer en los circuitos. Un modelo con un motor de seis cilindros en línea TwinPower Turbo de 3.0 litros y una potencia de 333 CV, que sin embargo ahora tiene un hermano por encima, prestacionalmente hablando. Y no es que en BMW hayan tirado la casa por la ventana, sino que el preparador Manhart Racing se ha puesto manos a la obra para presentar su peculiar versión de este modelo, una creación digna de los circuitos ya que si tenemos en cuenta que tiene de base el M235i, no puede defraudar a nadie.

Hablamos del Manhart BMW 235i, que de entrada ofrece 430 CV, es decir, casi 100 más que el modelo de la casa madre. Para ello, el preparador ha retocado electrónicamente el motor, al que han añadido entre otras cosas un intercooler más generosos y un sistema de escapes alternativo y altamente deportivo. Con todos estos cambios, el modelo gana una presión de soplado mayor en el turbo, consiguiendo esta potencia elevada y un par que se dispara hasta los 592 Nm, consiguiendo datos espectaculares, ya que puede superar tranquilamente los 300 km/h al perder el limitador de velocidad electrónico impuesto por la marca.

Visualmente espectacular

Un modelo de tan altas prestaciones tenía que tener una imagen acorde a la situación, y en Manhart Racing no han querido dejar nada al azar. Visualmente este 235i Racing pasa de los tonos blancos y la tribanda característica de los modelos de competición de BMW a tonos amarillos, con el nombre del preparador y de los distintos colaboradores bien visibles en el lateral del coche, donde además aparecen unas llantas de 19 pulgadas sobre unos neumáticos Michelin Pilot Super Sport. El sistema de frenado ha sido sustituido por uno de pinzas con seis pistones.

Además, KW firma una suspensión completamente nueva y ajustable preparada para la competición. El último cambio es un paquete aerodinámico con spoilers delanteros, un minimalista y fino aditamento en forma de alerón y un nuevo difusor. Al tratarse de un modelo de competición, se han dejado atrás comodidades mundanas y se pasa a un escueto interior con dos asientos Recaro Pole Position y elementos propios de la competición como arneses de cuatro puntos y jaula antivuelco. Además cuenta con pedales deportivos, un panel con relojes adicionales y levas en el volante. Todo listo para competir.