El combustible que consume nuestro vehículo repercute en gran medida en el comportamiento y la vida útil de las piezas del motor. De la misma manera que la alimentación de una persona afecta a su estado de salud, la calidad del combustible que llega a la cámara de combustión del motor afecta a su rendimiento y al estado de este. Una pieza que cumple un papel esencial en mantener la calidad del combustible en un estado óptimo es el filtro de combustible.
El filtro de combustible es una pieza formada por una carcasa que en el interior dispone de un elemento filtrante, doblado en forma de acordeón, por donde pasa todo el combustible que se dirige a la cámara de combustión. Este elemento filtrante es capaz de retener las impurezas que puedan encontrarse en el combustible del coche.Dependiendo del tipo de combustible que utilice el vehículo, la función del filtro varía ligeramente. Mientras que en el caso de los vehículos que consumen gasolina la principal función del filtro de combustible es la de retener las partículas contaminantes presentes en dicho combustible, en el caso de los filtros para motores diésel, además de retener dichas partículas, estos también cumplen la función de retener la humedad que absorbe este combustible y que puede llegar a corroer partes del motor.
Debido a su funcionamiento, el filtro de combustible es una pieza que debe ser cambiada de manera regular para garantizar que pueda cumplir su trabajo de forma correcta. Por lo general, los fabricantes suelen recomendar cambiar la pieza cada 60 000 kilómetros. Sin embargo, los expertos recomiendan realizar una inspección del estado del filtro de combustible al cabo de 30 000 kilómetros para comprobar su estado.
La sustitución de este filtro no resulta una operación costosa. Mientras que el precio de la pieza puede oscilar entre los 20 y los 110 euros, costando normalmente entre 30 y 40 euros. A este precio hay que sumar aproximadamente entre 15 y 30 minutos de mano de obra en caso de llevar el coche a un taller.
A la hora de elegir el filtro adecuado para nuestro coche hay que tener en cuenta muchos aspectos como, si se trata de un filtro para diésel o para gasolina, o directamente la compatibilidad de este con el vehículo. A la hora de buscar la pieza nueva lo mejor es utilizar el VIN o número de referencia para garantizar la compatibilidad del filtro con el vehículo, así se garantiza que no habrá problemas para poder instalar el recambio en el momento de la sustitución.
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