Cuando pensamos en la seguridad vial nos vienen a la mente muchas cosas que contribuyen a mantenernos a salvo tanto dentro como fuera de nuestros coches. Podemos mencionar muchas cosas, como por ejemplo, todos los factores que nos conseguimos en las calles y avenidas. Las señales de tránsito, por ejemplo, contribuyen a mantenernos alejados de cualquier riesgo vial, sobre todo en las carreteras oscuras cuando viajamos por las noches. Los semáforos en las intercepciones, los policías acostados en las zonas donde hay escuelas y liceos, los ojos de gato que se pegan en el piso y demarcan el camino, entre otras cosas.
En esta lista podemos incluir al factor humano. Todos los oficiales de tránsito y su entrega por hacer cumplir las leyes, la mayoría de ellos darían hasta su vida por nuestra propia seguridad. Los entes que se encargan de mantener las vías, y de hacer cumplir todos los reglamentos para el bienestar de los conductores y los mismos peatones. Las horas hombre, y los avances tecnológicos que a diario se generan para mejorar todos los sistemas de seguridad en los coches de última generación contribuyen a que en muchos países haya una mejor vialidad y un ambiente seguro para los ciudadanos.
Sin embargo, cuando se trata de seguridad no todo se lo podemos dejar a las instituciones o a los oficiales de tránsito. Es cierto, la tecnología contribuye muchísimo, pero nosotros como conductores debemos aportar nuestro grano de arena, por así decirlo, y evitar cualquier situación que genere siniestros. Lo primero que debemos hacer es revisar periódicamente nuestro coche; los frenos, el agua, el aceite, el líquido de los frenos, los neumáticos, entre otras cosas, son los detalles más resaltantes, inclusive, se consideran primordial para salir y llegar a nuestro destino con total seguridad, cómodos y a tiempo.
Las luces del coche
En esta oportunidad nos toca hablar de otro factor de vital importancia, pero que muchas personas a veces lo toman como una simple necedad. Se trata de las luces de nuestro coche, aquellas que nos hacen visibles frente a los demás conductores, tanto en el día como en la noche. Las luces de nuestro coche sirven para alumbrar el camino por las noches, o en zonas oscuras como los túneles. Nuestro vehículo está conformado por varios sistemas de iluminación, cada uno con una función específica importante. Las primeras a tomar en consideración son los faros, las que iluminan nuestro frontal, sin ellas sería casi imposible circular por zonas oscuras.
Los faros del coche
Los faros están compuestos por bombillas, estas a su vez se instalan en lámparas que pueden ser de Halógeno, Xenón o Led. Por lógica, estos bombillos tienen un periodo de duración, y como todas las cosas van perdiendo prestaciones hasta que simplemente se queman. Los coches cuando salen de agencia ya vienen con faros específicos, aunque hay conductores que los cambian a su gusto, y eso es válido. Algunos prefieren salir de las luces de halógeno o xenón para instalar luces led. Pero debemos acotar que la mayoría de los coches de última generación ya vienen con tecnología led, un sistema que alumbra más que las anteriores. Para reemplazar los bombillos debemos seguir el manual de usuario; pero generalmente es sencillo, solo basta con hacer las cosas con sumo cuidado y atención para no estropearlos, romperlos o quemarlos. Los expertos recomiendan cambiar o reemplazar los bombillos cada 40.000 kilómetros, siempre y cuando no se quemen antes.
Las luces de cruce, freno y retroceso
Las luces de retroceso vienen a ser una de las más importantes, quizá hasta pudiéramos decir que es la más importante de todas. Las luces de freno o stop son las que le indican a los conductores que están detrás de nosotros que deben detenerse, o tener precaución en zonas con alta nubosidad, en la nieve o bajo la lluvia. Imagínese que usted conduce su coche de noche, en medio de una lluvia intensa, o se encuentra inmerso en una zona totalmente nublada, con poca visibilidad y sus luces de freno no funcionan; podemos intuir cuáles serían los resultados, catastróficos, que pudieran terminar en lesiones de gravedad o accidentes fatales. Es por ello que debemos revisar periódicamente nuestras luces de freno, que funcionen, para evitar accidentes. Sustituir las luces de freno no tiene ciencia, basta con sacar los stop que generalmente están atornillados o bajo presión. Es bueno acotar que las luces de freno y de cruce deben estar al día ya que en muchos países es de carácter obligatorio, y caso contrario acarrea costosas multas.
Las luces de cruce o intermitentes y las de retroceso
Indican cuando tenemos que cambiar de dirección. Las luces de cruce vienen dentro de unas micas de color amarillo. En los coches más actuales, cuando se queman estos bombillos la computadora nos avisa, y simplemente notamos que al activarlas titilan mucho más rápido de lo normal. En cuento a las luces de retroceso están son representadas por una mica de color blando están ubicadas detrás del coche y se activan cuando ponemos el coche en reversa. Para sustituirlas es el mismo proceso, sacamos la mica y cambiamos el bombillo.
Para concluir podemos afirmar que las luces tienen una función en específico, y todas son de vital importancia. Las luces externas del coche forman parte del sistema de seguridad del vehículo por lo que debemos tomarlas en serio y no tardar cuando alguna de ellas deje de funcionar. Si usted es de las personas que prefiere pagar para que le sustituyan las luces le recomendamos dirigirse a un electroauto o a un electricista de confianza.
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