Teniendo en cuenta que el Plan PIVE 4 tiene agotado más del 98% de su presupuesto, era de esperar que la llegada de la quinta edición del programa de incentivo a la compra llegase un poco antes. Sin embargo, entre uno y otro se ha producido un cierto desfase que ha provocado según los datos de la consultora MSI, las ventas en enero sufran un descenso con respecto al mismo periodo del anterior ejercicio, dejando los números de matriculaciones en el primer mes del año en torno a las 50.000, según las previsiones y a falta de confirmar estos datos de manera oficial, lo que implica una caída en torno al 11%.
Mismas condiciones
Si en 2013 el Plan PIVE alcanzó hasta el día 11 de enero, reemprendiendo su marcha en los primeros días de febrero, en esta ocasión el plazo se ha derivado y no ha sido hasta el 29 de enero cuando ha entrado en vigor, lo que supone un retraso como decimos según lo esperado. Lo que no cambia son las condiciones, con una duración máxima de quince meses o hasta que se agoten los fondos, algo que en teoría será el factor limitante
Como decimos, las condiciones son las mismas que en anteriores ediciones y esto permitirá la renovación de 175.000 vehículos. Como hasta ahora, el precio máximo de los turismos o vehículos industriales ligeros deberá ser inferior a los 25.000 antes de la aplicación de los impuestos y las ayudas serán de 2.000 euros -1.000 del Estado y 1.000 de la marca-, elevando esta cifra a 3.000 euros de ayuda total para los vehículos de cinco plazas para familias numerosas o personas de movilidad reducida. Además, los turismos compatibles con gas natural o GLP con emisiones de 160 g/km de CO2 también están dentro de estas ayudas y como siempre la condición primordial será la entrega de un vehículo con más de diez años de antigüedad para la chatarra, siendo la antigüedad fijada en siete años para vehículos comerciales.
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