Ayer el nombre de Marko Lukovic circuló por todos los medios de motor y foros de aficionados a las cuatro ruedas y al rugir de estas máquinas. Su proyecto de coche de futuro, el 'Supersonic', se hacía con el prestigioso galardón que otorga Michelin en su concurso anual de diseño.
Lukovic nos presentaba un coche con apariencia de avión, con materiales revolucionarios como el cristal líquido en comunión con el aluminio. Un vehículo provisto de tres ruedas en el que las traseras poseen sus propios motores rotatorios. Un habitáculo interior donde los ocupantes van uno detrás del otro, al más puro estilo nave espacial -o motocicleta si pensamos en términos más terrenales-. Y sobre todo, un coche de bajo consumo y ambiciosas prestaciones que podría llegar a los 300 km/hora en carretera.
Todo esto, como ya explicábamos ayer, sería para 2021 -según calculaba el propio Lukovic-. Una década en la que todo es posible en el mundo de la tecnología y del motor. Así lo entiende este serbio de 34 años: en el futuro todo es posible.
Diseños del futuro en el presente
Marko Lukovic nació en Belgrado en 1977 y desde siempre estuvo interesado en el diseño. Ya en 1992 ingresó en el departamento industrial de la Escuela Secundaria de Diseño de Belgrado. Después cursaría estudios de Artes Aplicadas en la Universidad de la capital serbia.
Allí destacó pronto por sus trabajos y fue cuando se le empezaron a abrir las puertas del diseño internacional, sobre todo del diseño industrial de vehículos. Las palabras mágicas fueron: "Peugeot Moonster".
En el año 2000 Peugeot convocó su primer Peugeot Design Competition en el que los participantes deberían presentar un diseño de cómo sería un coche de la Marca del León en 2020. A este concurso, Marko presentó su "Peugeot Moonster" con tan solo 23 años y se convirtió en el primer ganador del certamen.
El Peugeot Moonster
Lo que más llamó la atención de este revolucionario diseño, que cumple ahora 10 años, fueron sus influencias. Para diseñar el Moonster, Lukovic se inspiró en los coches de principios de la década de 1900. ¡El coche del futuro inspirado en los de principios del siglo XX!
Pero no fue esa la única inspiración del genio serbio. Por raro que parezca, en la mente de Lukovi confluyeron también elementos naturales como los delfines, como podemos comprobar viendo la "cola" trasera que sobresale del coche. De ese cocktail a la vez raro y a la vez genuino y único nació el Moonster: un concept car que en Peugeot siempre recordarán con cariño.
Su exterior estaba formado a base de hojas de aluminio pulidas le otorgan un aspecto casi alienígena. Sus ventanillas, de policarbonato. 4 metros de longitud y dos asientos en línea.
"Marko Lukovic es un apasionado de la naturaleza, el cómic y el cine de ficción, los elementos de los cuales se puede ver en su concept Moonster", dijo de él Gérard Welter, director de diseño de Peugeot.
El Moonster se creó a tamaño natural bajo la supervisión del Centro de Diseño de Peugeot, y mide 4 metros de largo, 1.95 metros de ancho, 1,65 metros de altura, con una distancia entre ejes de 3 metros. El diseño original presentaba un motor colocado dentro de las ruedas, al estilo del Supersonic.
Otros diseños
A partir de ahí, Lukovic se convirtió en uno de los "gurús" del diseño industrial de vanguardia. Trasladó su estudio de diseño a Londres. Ha trabajado desarrollando envases para perfumes, muebles, televisiones e incluso cepillos de dientes. Pero lo que le ha tirado siempre a Marko ha sido el motor, por eso si damos una vuelta por su web nos quedamos asombrados con los proyectos, de todo tipo, que encontramos.
Coches, fómulas uno, motos, autobuses, camiones... Todo es suceptible de cambiar su esencia bajo el lápiz de este genio serbio del diseño.
Moonrider Hibryd, la moto que vuela
Su modelo más sorprendente dentro de este otro tipo es la "Moonrider Hybrid", la motocicleta del futuro. Un prototipo de moto de cero emisiones que combina motor eléctrico con otro motor a reacción como el de los aviones. Esto convierte a este vehículo en un híbrido no solo en su motor, sino en todo su concepto, pues el conductor podrá combinar en rodar por carretera o ciudad con el "volar".
La Moonrider presenta controles electrónicos para asegurarnos un correcto equilibrio de la moto durante su conducción. Como es genuino en una moto, la Moonrider lleva dos ruedas, pero en este caso paralelas y delanteras. Y como si fuera una denominación de origen, Lukovic también incluye un motor eléctrico para cada una de ellas. Las baterías eléctricas se alimentan por paneles solares incluidos en la parte delantera del vehículo.
La energía que permite volar a esta revolucionaria moto proviene de un potente motor que libera un chorro de plasma, que será -para Lukovic- el tipo de energía que sustituirá a los motores turbo jet de hoy día con los que funcionan los aviones a reacción. Para hacer posible el vuelo, el diseñador pretende desarrollar el vehículo con materiales compuestos ligeros que junto con un diseño aerodinámico le ayudará a tomar esta moto en el aire de una manera eficiente.
Como se puede ver, la imaginativa de Marko Lukovic no tiene límites. Podemos pensar que todo son ocurrencias y diseños imposibles, pero su reconocimiento dentro del mundo del motor y del diseño, sus múltiples conferencias, sus artículos y libros publicados... invitan a la reflexión sobre si realmente estamos ante un auténtico genio que ve en nuestro el presente lo que para el resto de humanos será el futuro.
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