A pesar de todos los rumores y advertencias previos durante años, la llegada del prototipo Mazda RX-VISION ha sido la verdadero responsable de que podamos estar hablando hoy de que el sucesor del añorado RX-7 está cada día más cerca.
El prototipo, que prefigura muy claramente la silueta clásica del RX-7 adaptada al lenguaje de diseño actual de la firma, dispone además de una nueva mecánica rotativa de nueva generación. Lo que demuestra que los rumores que apuntaban estos años a que un grupo de ingenieros era mantenido en Mazda desarrollando aun esta tecnología.
Independientemente de si el concept tiene buena aceptación, que la tendrá seguramente, o de si el momento económico es propicio o no para invertir en esta tecnología y modelo a gran escala, lo que sí es cierto es que ninguna firma automovilística invertiría en desarrollar este tipo de mecánicas tan solo para animar un prototipo de salón.
Lo que nos induce a pensar que la llegada del RX-VISION prefigura la versión definitiva del sucesor espiritual del RX-7.
Como ya decíamos en la breve historia que hicimos sobre la trayectoria del deportivo japonés, el RX-7 realmente es uno de los pocos modelos que realmente puede presumir de original o de único. Ya que su especial configuración de motor rotativo, lo dejaba completamente solo en el segmento de deportivos del mercado global.
RX-7
El RX-7, como podéis ver en más profundidad en la historia que resumimos del deportivo, gozó durante su larga vida comercial de tres generaciones. Hasta la llegada del RX-8, el último integrante de la saga de modelos de mecánica Wankel que nació con el Mazda Cosmo a finales de la década de los sesenta.
Las tres generaciones del RX-7 compartieron la misma tipología, carrocería coupé de largo y bajo capó delantero, donde encontrábamos la mecánica de rotores y una afilada y estilizada carrocería. Por supuesto tracción trasera.
Su característica mecánica era la que aportaba el carácter diferenciador del modelo, no solo por lo peculiar de su configuración, sino porque su comportamiento, con una facilidad para subir de vueltas asombrosa, aunque eso acarreaba un mantenimiento delicado, un elevado consumo de aceite y en los peores casos mecánicas que no llegaban a los cien mil kilómetros, si no se era todo lo cuidadoso que se debía decir con sus cuidados.
La llegada de un sucesor del RX-7 ha alimentado la imaginación de muchos aficionados durante estos años, por lo que la llegada del nuevo concept de Mazda ha hecho que muchos comencemos a dar rienda suelta a nuestros sueños de nuevo.
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