El McLaren P1 por fin llega a la fase de producción

El McLaren P1 ha dejado de ser oficialmente un concept. Aunque ha costado ya que los técnicos, ingenieros y probadores del fabricante británico se han tomado su tiempo a la hora de probar uno de los grandes superdeportivos de la década, por lo que lo hemos visto en Nürburgring, en Idiada o en el desierto de California, por fin se ha dado el paso adelante. La marca ha comenzado en el McLaren Production Centre en Woking la producción del McLaren P1. En total serán 375 las unidades que se tengan que forjar en las entrañas de estas instalaciones.

Las primeras unidades del supercar de Woking han comenzado a construirse esta misma semana. La propia marca ha sido la que ha confirmado este hecho a través de su cuenta oficial de Facebook, con unas fotos donde se dejan ver las instalaciones donde se está llevando a cabo un proceso donde la tecnología y la artesanía se combinan, puesto que cada modelo se hace a mano de una manera rigurosa y meticulosa, en un proceso ordenado y donde la limpieza juega un papel fundamental, como se pueden ver en las fotografías donde el blanco impoluto es una de las premisas a la hora de acometer este trabajo.

Todo vendido

Aunque las cifras varían ligeramente, se puede decir que cada una de las 375 unidades que saldrán de la cadena de montaje del P1 ya tienen dueño, a pesar de que el precio del superdeportivo británico tiene un precio de 1 millón de euros, a lo que hay que sumar los impuestos pertinentes. No obstante, el digno sucesor del McLaren F1 cuenta con las tecnologías más avanzadas y un proceso de montaje donde la perfección es una ley no escrita.

Recordando de manera rápida algunos de los datos y características del McLaren P1, este superdeportivo cuenta con un chasis monocasco de fibra de carbono ultra ligero donde se esconde su motor V8 de 3.8 litros y el sistema de propulsión eléctrica que le acompaña. Con un total de 903 CV de potencia, este modelo necesita menos de 3 segundos para llegar a los 100 km/h y menos de 7 segundos para llegar a 200.

A todo esto hay que sumar el uso de materiales ligeros, con la fibra de carbono como principal estandarte y una pulida aerodinámica, que va desde el trabajo pasivo de una carrocería perfilada al milímetro en fibra de carbono y que termina en los elementos de aerodinámica activa, que van desde los splitter delanteros hasta el alerón trasero.