Las ventas del musculoso deportivo no van como están planeadas y Chrysler no ha tenido más remedio que suspender la producción del que, probablemente sea el mejor Viper de la historia del modelo.
Esta suspensión por el momento será temporal, con un cierre de las actividades en la planta de producción del Viper de al menos dos meses, debido a la escasa salida que tiene el modelo, que en los últimos dos meses no ha logrado superar ni las 100 unidades vendidas en suelo norteamericano.
Estas cifras de venta tan bajas han provocado un sobrestock 8 veces superior a las ventas acumuladas, por lo que la firma ha considerado darle freno a su manufactura para adecuarse al ritmo de la demanda.
El Viper actual, la tercera generación del modelo, fue la punta de lanza de la recuperación de la marca en los Estados Unidos, símbolo de la recuperación de la crisis de los últimos años, que afectó gravemente a Chrysler y a los grandes fabricantes norteamericanos, y que había dejado sin sucesión al Viper, por lo que el desarrollo del sustituto fue esperado y celebrado tanto por prensa como por aficionados.
Largamente esperado
Y aunque en su presentación fue alabado por todos ante el salto cualitativo que presentaba el nuevo deportivo, parece que las cifras de ventas finalmente no han cumplido las expectativas, y tras varios meses de malas noticias al respecto, parece que la situación se ha tornado extrema para el deportivo americano más salvaje.
El futuro que le depara al Viper es incierto. Distribuido tan solo en el mercado local, ya que la marca no lo exporta fuera de los Estados Unidos, y sin contar con posibilidad de montar transmisión automática en un país donde los cambios manuales no son apreciados, lastran las posibilidades comerciales del modelo.
Aunque la marca en los últimos tiempos ha realizado un esfuerzo añadiendo versiones y acabados especiales, para incentivar las ventas, parece que las soluciones se le acaban a un modelo que lleva tan solo dos años entre nosotros.
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