El circuito de Spa Francorchamps acogía hace unos días las interesantes jornadas Porsche Days Spa 2016. Una cita encuadrada en el calendario de eventos habitual del trazado belga, que servía como especial escenario para esta reunión de aficionados de la marca en el centro de Europa, así como cita de las diferentes divisiones de la Porsche Cup. La Porsche GT3 Cup Challenge Benelux y la Porsche Carrera Cup France, con equipos como el Loeb Racing, fundado por el pluricampeón del Mundo de Rallyes, Sebastien Loeb.
El trazado, conocido por su célebre curva de Eau Rouge y antaño por la denominada parada del autobús, ahora desaparecida, se encuentra en la provincia de Lieja, entre las poblaciones de Spa y Francorchamps, en la boscosa zona de las Ardenas. Por lo que al tener lugar esta cita en la incipiente primavera europea, el circuito era visitado en algunos momentos por la lluvia, aunque eso no empañó el ambiente ni mucho menos.Durante cuatro días, el circuito y sus aledaños eran tomados por centenares de modelos de la marca alemana, que estaban divididos en cuatro categorías. Passion, Expert, GT3 Carrera Cup y Classic.
Esta última aglutinaba a modelos Porsche con mecánicas refrigeradas por aire y que no montaban neumáticos slick, mientras que Passion y Expert encuadraban a modelos más actuales, la gran mayoría Porsche 911 y muchas versiones GT2, GT3 y GT3 RS, sin neumáticos de competición o con ellos, respectivamente.
Por último, la GT3 Carrera Cup estaba reservada a los campeonatos Porsche GT3 Cup Challenge Benelux y el campeonato francés Porsche Carrera Cup France.
Por lo que el ambiente que se respiraba en el circuito realmente era de carreras, gracias a los deportivos de las copas monomarca que tenían esta prueba muy señalada en el calendario, además, acompañados de los cientos de aficionados de la marca que se presentaban al circuito con sus máquinas, tanto actuales como clásicas.
Gracias al objetivo de nuestro colaborador, Pablo Cueva Junghanns, podemos disfrutar del excelente plantel de máquinas que se reunían en el circuito belga. Modelos como los mencionados 911 GT3 RS de última generación se dejaban ver al lado de las versiones más deportivas de las antiguas generaciones del 911, así como el nuevo 718 Boxster, que era llevado por la propia marca al circuito y los inevitables clásicos. Modelos como los 930 Turbo, 911 targa generación 901 o incluso el 356 Speedster, eran toda una delicia para los sentidos.
El tiempo en pista era dividido según las distintas categorías, por lo que a pesar de que la climatología era la lógica dadas las fechas y la latitud donde se asienta el trazado, en todo momento podíamos disfrutar del rugido de las mecánicas flat six de la firma de Stuttgart, creando un entorno único para disfrutar de las bondades de las distintas generaciones de la gama de la marca alemana.
Fotografías: Pablo Cueva Junghanns
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