Brabus nunca desaprovecha la oportunidad de potenciar los modelos de la marca de la estrella y en este caso ya le tocaba al Mercedes-AMG GT S. En el salón de Frankfurt se presentará la particular visión que hace Brabus del modelo de más rabiosa actualidad de la fábrica de Stuttgart.
Las cifras de esta creación asustan. Como viene siendo habitual en Brabus la máxima es más potencia más par, más ruido y más deportividad. Al de por sí suficientemente salvaje ocho cilindros biturbo del 600 GTS se le ha añadido un nuevo mapa de inyección y un nuevo sistema de gestión de soplado del turbo que potencian en 90 CV el rendimiento del motor, alcanzando el GT S la mágica cifra de 600 CV y 100 Nm de par.
Cifras salvajes que vienen avaladas por la garantía Brabus de 3 años o 100.000 kilometros, habitual en el preparador. Como curiosidad el sonido de la bestia puede ser controlado electrónicamente.
Los datos que nos presenta Brabus son arrolladores: 325 KM/h que elevan la categoría del GT S a superdeportivo. Codeándose con rivales en teoría superiores y de otro segmento. La intención era superar la psicológica barrera de las 200 MPH, algo que se ha conseguido con creces, ya que el Brabus alcanza una velocidad teórica de 325 Km/h y acelera de 0 a 100 en 3´6 segundos.
En el exterior Brabus ha optado por mantener la línea estilizada del modelo original añadiendo los necesarios spoilers que proporcionan la carga aerodinámica extra que necesita el vehículo después de su potenciación. Así encontramos faldones, splitter y difusores bien integrados en el resto de la carrocería.
Las suspensiones son regulables en altura y dureza y el escape se ha rediseñado en titanio buscando bajar el peso de un GT que de por si parte de un elevado peso. Cualidades dinámicas pero sin renunciar a cierto nivel de comodidad propio de la casa madre.
Un modelo de éxito
La apuesta de Brabus por la potencia pura en el GT S no va reñida con la ya de por si espectacular línea del modelo original.La trasera redondeada y el largo capó delantero que nos indica que estamos ente un GT de pura cepa ha sabido calar entre el público. Buena parte de culpa la ha tenido ese escaparate sin parangón que es la F1, en el que cada dos semanas el GT con sirena conducido por Bernd Maylander nos ha regalado la vista mientras aguardábamos la emoción de una Fórmula 1 en la que Mercedes-AMG lleva reinando y tiranizando dos años la competición.
Gracias a creaciones como esta Mercedes-AMG se mantiene en la órbita de los modelos sugestivos. Pero es Brabus el que le añade el músculo que convierten a lujosos GT´s en verdaderas máquinas de velocidad.
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