Los nuevos tiempos han hecho que muchas marcas hayan tenido que estudiar muchas más alternativas de producción y al mismo tiempo, reestructurar sus intenciones a largo plazo. Tanto es así, que no es de extrañar que hayan estado indagando en muchos ámbitos en establecer un entorno mucho más competitivo y sostenible. Por ello, en Mercedes han tenido que coger muchos datos sobre la marcha, algo que ha ocasionado que tengan que hacer un alto en el camino para generar la próxima etapa de la electrificación de sus modelos.
Con la fecha límite en el horizonte de 2023, no es de extrañar que muchas firmas como es el caso de Mercedes, hayan reinterpretado su hoja de ruta para llegar en 2035 sin coches de combustión interna térmica. Por ello, ahora que han visto que no pueden alcanzar sus objetivos han decidido parar y retrasar esos planes tan ambicioso para el 2024 por el momento. Bien es cierto que sus ventas no van en las líneas que esperaban, por lo que han tenido que reconducir su política para potenciar la venta de estos modelos en todos los ámbitos posibles.A simple vista el 2022 fue un año realmente bueno para ellos, especialmente en la gama EQ donde consiguieron establecerse como la clara referencia con cifras récords. Para ello, llegaron a vender más del 50% respecto al año anterior. Ante esta situación, no tardaron en reconocer que sus ventas mundiales para el 2025 sería especialmente 50% de coches híbridos enchufables y 100% eléctricos, unos datos que han apuntado que hasta el 2026 no van a lograrlo.
Asia lo confirmó
En los últimos meses hemos visto como el mercado asiático se ha ido expandiendo a pasos agigantados, algo que ha hecho que en muchos casos no hayan dudado en apostar por el mercado europeo. Este es el caso de BYD donde han logrado unas cifras de récord desde que llegasen a España. Ahora bien, para lograr esas metas que se han propuesto tan ambiciosas en el pasado, tendrán que reducir los costes en el caso de Mercedes, algo que ha propiciado que se generen muchas dudas.
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