El Mini Visión da gran importancia a las formas circulares de sus faros, que aparecen enmarcados en dos tiras redondas de LED, que sustituyen a los ya habituales cromados. Su parrilla hexagonal acoge dos nuevas ópticas, también redondas, que recuerdan vagamente a los faros que utilizaban las viejas versiones de rallies del Mini Cooper.
Se aprecia una trabajada aerodinámica, con tomas de aire frontales, probablemente pensadas para refrigerar el equipo de frenos, y otras en la parte baja de la parrilla que ayudan tanto a la refrigeración del motor como a dirigir el flujo de aire en la parte inferior del vehículo. El Mini Visión también conserva la toma de aire del capó del Cooper, aunque algo más pequeña, si bien una pieza de color negro intenta aparentar una abertura mayor.
En la parte trasera, un gran spoiler en la parte superior marca el final del techo, mientras que las ópticas traseras, de mayor tamaño que en la generación actual, parecen incrustarse en la carrocería. El paragolpes es también de mayor tamaño, y acoge una doble salida de escape cromada en la parte central. Esta zona es la que menos se parece al Mini Cooper que vimos hace unos días, aunque, y esto es cuestión de gustos, la del Visión nos resulta más atractiva.
En definitiva, se trata de un diseño muy cuidado, con formas redondeadas, que dan un aspecto musculoso al vehículo, e incluso un toque más agresivo respecto a la generación actual.
Un interior poco convencional
Si el exterior del Mini Visión bien podría ser muy cercano a un vehículo de producción, no podemos decir lo mismo de su interior. Su particular iluminación se puede modificar completamente girando un mando que han denominado Driving Experience Control. Se trata de adecuar el interior de nuestro vehículo a nuestros deseos en cada momento.
Con este control, podemos variar los LED dispuestos a lo largo y ancho del salpicadero, y el resto de los paneles del interior, así como la disposición de los elementos que aparecen tanto en el cuadro de mandos como en el habitual display circular del salpicadero, reminiscencia de los Mini clásicos, y sus salidas de aire también circulares, muy similares a las actuales.
Los paneles de las puertas tienen unas formas que nos recuerdan mucho a la bandera británica. Las formas redondeadas también mandan en el interior, no solo en los elementos que ya hemos comentado, si no en el resto de elementos del habitáculo, como en los asientos, palanca de cambios, y consola central.
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