Mitsuoka Motor es un pequeño fabricante de origen japonés que desde sus inicios se ha destacado por construir coches únicos con un estilo poco convencional. Una de las principales características que distingue a Mitsuoka es que esta cuenta con la capacidad, facilidad y talento de tomar un coche de producción y reemplazar algunos elementos de su carrocería y personalizarlo con sus propios diseños; para esta ocasión el fabricante ha elegido dos icónicos coches los cuales quizá por ofrecer aspectos mecánicos y estéticos un tanto diferentes no gozaron del gusto y total aceptación por parte del público. Sin embargo, Mitsuoka ha decidido tomar lo mejor de cada uno de ellos para ofrecernos su más reciente creación a la cual han denominado Mitsuoka Rock Star.
Para llevar a cabo este proyecto la firma ha tomado como base a uno de los roadster más populares en el mundo automotor como lo es el Mazda MX-5 del cual solo ha tomado su equipamiento mecánico ya que la estética de este coche no era exactamente del gusto de todos, para combinarlo con una carrocería inspirada en la estética que ofrecía la segunda generación del Chevrolet Corvette de los años 80; vale la pena destacar que la carrocería de este coche es completamente nueva y que ha sido fabricada por la propia firma, aunque, como era de esperarse, y haciendo honor al estilo que siempre ha caracterizado a este fabricante, se imita el diseño de los coches más icónicos de las décadas pasadas.
Fusión de coches
Como comentamos, la empresa ha tratado de fusionar dos reconocidos modelos de coches del mundo automotor, tomando del MX-5 de Mazda su base mecánica, es decir, se ha tomado el chasis de este coche como base para crear algo realmente increíble y, sobre este chasis se ha montado una carrocería fabricada por Mitsuoka que luce unas líneas de diseño que es imposible que no nos recuerden al clásico Corvette; solo dos componentes pertenecientes a la carrocería del MX-5 se han trasladado a la nueva carrocería y estos son las puertas y las carcasas de los espejos retrovisores, el resto ha sido fabricado completamente por la compañía.
Su estética
La estética en general de este modelo es realmente llamativa, vale la destacar ciertos detalles realmente resaltantes como por ejemplo, la parte frontal, la cual luce un diseño que nos dice claramente que el fabricante se preocupó por darle personalidad a este coche en la que logramos apreciar unas ópticas de iluminación en forma circular de un tamaño muy reducido, una parrilla delantera cromada que combina perfectamente con el paragolpes diseñado específicamente para este coche el cual también ha sido cromado. También se puede apreciar el splitter delantero y un capo que luce unas rejillas de ventilación tipo branquias.
En la parte lateral del coche los protagonistas son las llantas de aleación las cuales lucen un diseño exclusivo, además se incorpó unos faldones en color gris. La parte trasera también luce un paragolpes cromado de diseño específico y unas ópticas de iluminación en forma circular. En cuanto al techo del coche podemos observar que se trata de un descapotable con una cubierta de lona que contrasta perfectamente con el interior y el exterior del mismo.
Exterior del coche
La parte interior del coche tiene muchas semejanzas con el interior del Mazda MX-5 y es allí donde Mitsuoka pone su toque personal, ofreciendo a sus clientes una gran variedad de opciones de configuración en cuanto a materiales, colores y diseños.
Precio y detalles finales
En cuanto al tren de potencia que equipa este deportivo podemos decir que dependerá en cierto modo de cuánto estará dispuesto a pagar el cliente, ya que la versión con mayor equipamiento de un Rock Star puede llegar a alcanzar los 40.000 euros y unos 36.000 euros la versión con equipamiento de serie un motor SkyActiv-G de 1.5 litros y 132 caballos de fuerza, asociado a una transmisión manual de 6 velocidades. También es posible elegir optar por una transmisión automática de 6 velocidades.
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