Algo parecido he venido temiéndome las últimas semanas siguiendo la pista al que nace como nuevo minimonovolumen en el mercado: el FIAT 500 L, nomenclatura que ya se usó para el Cinquecento L o Lusso o lujo, traducido al español, fabricado entre 1968 y 1972.
Es más que evidente que el objetivo de FIAT es dotar de mayor espacio al pequeño utilitario italiano del que, por nacimiento, carece. De esta forma, este vehículo coge de base del propio 500 creciendo 60 cm de largo, 16 de ancho y 18 centímetros de alto que el modelo inicial, es decir, posee unas dimensiones de 4,14 m de longitud; 1,78 m de anchura y 1,66 de altura.
Aunque será en el Salón de Ginebra de principios de marzo cuando sea oficialmente presentado, lo que ya sabemos es que, siendo de lógica, dispondrá de los mismos motores que el propio 500, siendo las alternativas iniciales las de gasolina 900 cc TwinAir y 85 CV o la 1.400 cc de 100 CV y una de gasóleo de 1.300 cc Multijet con 95 CV.
El club de los minimonovolúmenes
Un nuevo monovolumen para añadir a la lista de vehículos cuya concepción, cuanto menos, me resulta peculiar: pequeños utilitarios ensanchados hasta el concepto monovolumen para lograr el espacio que, por origen, no deberían tener, como el Clio Grand Tour, el Peugeot 206 SW, Hyundai Ix20, el mencionado Mini Clubman o el próximo B-Max de Ford del que en breve os hablaremos.
Artículos recomendados