La unión entre la progresiva reducción en la cilindrada de los motores junto con la supresión o desconexión de un cilindro apoyada por una revisada tecnología de turboalimentación, es la clave actual de los fabricantes preocupados por ofrecer unos productos enfocados al ahorro.
Por una lado, el precio de los carburantes junto con la crítica situación financiera, obligan a marcas como Citroen a reinventarse. Así, y aprovechando el desarrollo de los nuevos bloques de tres cilindros del grupo Peugeot de los que ya os dimos cuenta, aparecen ahora en la gama C3 los nuevos motores de gasolina.
Estos motores son conocidos por su menor consumo de carburante pero, contrariamente a lo que cabe pensar, también aumentan su potencia. Así, el uso de combustible se traduce en unos porcentajes que suponen hasta un 28 y 23% respecto a los propulsores 1.1i y 1.4i a los que sustituyen mientras que estas mecánicas elevan su potencia en 8 y 9 CV respectivamente comparándolos con las versiones previas.
La nueva familia de motores tricilíndricos será conocida como Pure Tech y estará integrada por los motores VTi de 68 y 82 CV cuyos consumos homologados se establecen en 4,3 L/100km y 4,6 respectivamente. Un ahorro de combustible conlleva también menor generación de partículas contaminantes y Citroen anuncia una emisión de de 99 g/km de CO2 en el VTi 68 y 107 para el VTi 82.
Máximo ahorro
La marca de los chevrones apuesta por el máximo ahorro tanto de combustible como de producción de residuos como del gasto en la adquisición del vehículo puesto que estos Pure Tech están exentos del pago del impuesto de matriculación y, además, se acogen a las ayudas otorgadas por el Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente, más conocido como PIVE, por lo que suponen una opción muy a tener en cuenta para quienes estén realmente preocupados por los tres conceptos clave mencionados: menor consumo, mayor respeto ambiental y contención del gasto economico doméstico.
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