La producción del McLaren MP4-12C se termina y por tanto nos deja, sustituido por el más novedoso 650S, que no es más que una versión potenciada y optimizada del MP4-12C con un nuevo frontal. Por lo que realmente no deberíamos dar por muerto al deportivo.
Pero tanto anunció la marca el 650S como un modelo nuevo y tercero de la gama, que McLaren ha conseguido finalmente que no asociemos mentalmente ambos modelos y por lo tanto, percibamos la eliminación del MP4-12C como el fin del modelo.
El MP4-12C, que preferimos denominarlo así, con su nombre inicial y completo, por tanto desaparece tras solo competir 3 años en el mercado, en el que ha jugado un papel protagonista y más importante de lo que pudiera parecer en un principio.
Orígenes
El origen del modelo lo podemos remontar a inicios de la década delos 90, con la presentación del legendario McLaren F1 y primer modelo de calle de la marca, y aunque de este se podría hablar largo y tendido, nos centraremos en que su existencia posibilitó el verdadero génesis del MP4-12C.
Tras el éxito del F1 y ya asociados con Mercedes-Benz, en Woking se encargaron del siguiente proyecto para un automóvil de producción, el McLaren Mercedes SLR, una de los deportivos más exclusivos de hace unos pocos años.
El desarrollo y la fabricación de este colosal deportivo corrió a cargo de McLaren, que además estrenó en esa época su ultramoderna sede actual, diseñada por el célebre arquitecto Norman Foster y en la que ya contó desde el principio con la creación de un área para modelos de calle.
Una vez finalizada la asociación con la casa de la estrella, la infraestructura y la inversión realizada se aprovechó en el siguiente proyecto, cuyo código interno era P11, cuyo cometido no era otro que afianzar al McLaren como fabricante de superdeportivos al más alto nivel.
El que se conoció como McLaren P11 a finales de la década pasada, era un modelo destinado a competir con los más grandes y exclusivos nombres del automovilismo deportivo de producción, Lamborghini y Ferrari, y para ello en la casa británica hicieron lo que mejor sabían hacer, ingeniería automotriz del más alto nivel tecnológico.
Presentado como boceto en 2007, y desvelado finalmente en 2009, el nuevo MP4-12C llegó a las calles en 2011 como el arma definitiva para barrer a los superdeportivos de las tradicionales marcas italianas, y para ello no le faltaban argumentos. Dotado de sistemas altamente específicos y orientados a exprimir hasta el último caballo sobre el asfalto, el McLaren fue tildado de excesivamente eficaz, tanto que irónicamente fue tachado de soso.
Técnica
De bastidor formado por una célula central de fibra de carbono y kevlar, como los deportivos más exclusivos, disponía de un V8 de 3.8 litros y doble turbo de 600 CV, que rápidamente se convirtieron en 625 CV con la primera actualización importante que recibió el modelo al año siguiente.
Toda la potencia llegaba al suelo gracias a la transmisión SSG de doble embrague y siete velocidades con levas tras el volante, apoyado siempre en una suspensión y aerodinámica activas, magníficamente optimizadas y calibradas para conseguir el máximo agarre y tracción, así como una comodidad de uso diario envidiable.
El sistema de frenada también era inteligente, con discos en composite de aluminio, contaba con sistema de frenada selectiva, para controlar la frenada y trayectoria del coche en las situaciones más complicadas.
Esto se traducía en unas prestaciones netas al máximo nivel, con una velocidad máxima de 330 kilómetros por hora, lograba hacer el 0 a 100 en 3,3 segundos equipado con los neumáticos de serie, en el caso de contar con unos específicos para pista lograba parar el cronometro en tan solo 3,1 segundos, sus tiempos en los distintos circuitos de prueba habituales lo situaban en la parte más alta de cualquier clasificación.
Toda su tecnología punta lo volvía tan eficaz como impersonal. Prácticamente toda la prensa, y lo que es más reseñable, la británica incluida, famosa por ser tremendamente partidista con los modelos nacionales, coincidían en que el MP4-12C era terriblemente eficaz y sencillo de manejar, pero carente de la personalidad que irradiaban los deportivos de las grandes marcas italianas, como Ferrari o Lamborghini.
Un momento álgido, que probablemente supuso más de lo que aparentó a simple vista fue la prueba que Top Gear realizó del MP4-12C, en la que el ínclito Jeremy Clarkson expuso que el nuevo McLaren carecía de la personalidad que por el contrario, si tenía el Ferrari 458.
Lo cierto es que en primera persona, el McLaren, sin dejar de ser bonito resulta un tanto aséptico, no da la sensación de espectacularidad visual que supone un 458 Italia o un Lamborghini Gallardo.
Dotado de un frontal muy particular, en el que muchos periodistas especializados han visto reminiscencias del F1, tras un perfil lateral muy impersonal, es en la zona trasera donde se concentra más su personalidad, siendo sin duda, la perspectiva más espectacular y emocionante del modelo.
El nuevo 650S, como versión del MP4-12C, no lleva al modelo mucho más allá, de hecho, las mejoras que este implementa han sido recientemente ofrecidas de manera gratuita a los clientes que tengan actualmente un McLaren 12C, por lo que la firma británica bien pudiera haberlas realizado desde un principio en el modelo existente, ahorrándose el lanzamiento del nuevo, por lo que creemos que detrás de esta maniobra está el hecho de querer lavarle la cara al viejo modelo, maquillándolo con la estética del todopoderoso P1, del que adopta el frontal el nuevo 650S.
Y con ese movimiento ganar aquello que el MP4-12C no logró con su elevada y eficaz tecnología, el aura inherente a cualquier superdeportivo que por ejemplo el P1 sí tiene, y que no es sino el argumento de compra más convincente en un modelo de estas características. Desterrando de la ecuación todas las críticas negativas recibidas desde el comienzo de la vida del modelo, cuya denominación muere con el y por tanto, no podemos asociar al nuevo 650S.
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