La división estadounidense de Toyota se enfrenta a una nueva investigación de la NHTSA, siglas de National Highway Traffic Safety Agency, la entidad homologa a la Dirección General de Tráfico, acerca de un nuevo caso relacionado con aceleraciones involuntarias de sus vehículos.
Tras las numerosas demandas, tener que llamar a revisión a revisión a miles de vehículos y haberse gastado 1.200 millones de dólares, la marca se enfrenta a las acusaciones de un nuevo usuario que solicita a la NHTSA un nuevo análisis debido a un problema similar en su propio vehículo.
Lexus
El vehículo en cuestión sería un Lexus ES350, que sufrió un percance en una maniobra de aparcamiento en febrero de 2015 con la consecuencia de provocar un accidente leve, mientras era conducido por la esposa del propietario del Lexus.
Su reclamación cita otros dos percances similares con una unidad del Toyota Corolla MY2010 en 2014 y un Camry MY2009 en el año 2009. Al parecer, a pesar de no presionar el acelerador el motor no paró de revolucionarse, resultando en un accidente.
La petición está fechada el pasado 19 de junio de 2015 y la agencia estadounidense abrirá una investigación al respecto.
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