El prototipo busca ser más rápido, más eficaz y causar un impacto estético con el sello del preparador capaz de redefinir el nombre y el concepto del Juke. El motor del modelo presentado es el 1.6L gasolina que, si bien no se han aportado datos técnicos concretos, se asegura ha mejorado en cuanto a potencia y par.
En cuanto a la mejora dinámica y aerodinámica, la relación entre ambas viene de la mano gracias una modificación de ciertos elementos como la suspensión o la incorporación de llantas de 19 pulgadas que conllevan un mayor apoyo y agarre, una carrocería que ha recibido ciertos retoques en busca de un mejor coeficiente de rozamiento, tanto el parachoques delantero como el trasero son nuevos, más bajos y con un diseño que mejora el flujo del aire respecto los de origen, y se ha modificado el paso de rueda con el fin de ganar anchura y estabilidad.
Hasta el mínimo detalle
Para demostrar que esta apuesta deportiva es en firme, se han llevado modificaciones de componentes que, a priori, pueden no parecer significativos a la hora de plantear una mejor eficacia en situaciones deportivas. Pero Nismo no ha dejado sin estudiar nada en este 'crossover' y ha sustituido los retrovisores originarios por unos que mejoran el apoyo aerodinámico.
Estéticamente, en el exterior encontramos que Nismo presenta el Juke en un blanco perlado característico de Nissan, contrastándolo con tonos rojos como aparecen igualmente en su interior. El volante, los pedales, los indicadores, la palanca de cambios y unos nuevos asientos con claras connotaciones deportivas, han sido rediseñados o incorporados para resultar más atractivos y distinguir esta evolución racing.
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