Tras habernos hecho ilusiones y esperanzas con un cupé que emulara todo lo bueno que el Quattro de los 80 tuvo y añadiendo lo que las nuevas tecnologías aportan en esos más de 30 años de distancia temporal, cae en saco roto.
Algo realmente triste más sabiendo que este proyecto que iba a hacer vibrar no solo a quienes pudieran comprar este vehículo cuyas prestaciones estuvieran por debajo del R8 pero por encima del RS5 y, sobre todo, hicieran sentir lo que aquel monstruo del la categoría de los grupo B de rallies nos logró emocionar puesto que, la cancelación del Quattro cuyo lanzamiento estaba previsto para 2015, ha sido en favor de un nuevo SUV en la familia de Audi.
En antiEvoque
La revista Car dice que sus fuentes aseguran que solo uno de los dos podía salir adelante y que, dada la gran aceptación y suculenta porción del pastel de la venta en el sector de los SUV está logrando el Range Rover Evoque, Audi necesita no un Q2, Q3, Q5 ó un nuevo Q7, no, necesita un crossover cupé que haga frente al todoterreno más fashion de todos los tiempos.
Una vez más, parece que las marcas demuestran que, ante todo, prima las ventas a la pasión por la conducción, el dinero frente a las emociones, el materialismo ante la historia.
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