Aunque aún quedan semanas para que se encuentre oficialmente disponible el primer modelo de la novedosa serie i de BMW, el i3 ya acumula unas 8.000 reservas cuando las expectativas de venta de la marca eran de 10.000 unidades para todo el año que viene.
Al contrario que General Motors, que no piensan ampliar la producción del nuevo Corvette Stingray en estos primeros meses de producción ante la alta demanda, BMW sí se plantea dicha posibilidad, ya que estiman que la demanda del i3 va a ser más alta de lo esperado.
Eléctricos diferentes
Al contrario que el resto de fabricantes, BMW no se planteó desarrollar su línea de eléctricos sobre modelos existentes, creando desde cero una línea completa, con submarca incluida, para diferenciarlos tanto del resto de su propia gama como del resto de vehículos del segmento.
Los nuevos BMW i no solo son vehículos extremadamente tecnológicos en múltiples aspectos, sino que esa diferenciación técnica es su principal argumento de ventas. Lo cual parece haber resultado efectivo, más si tenemos en cuenta que el pequeño i3 tiene un precio de salida de 35.500 euros cuando ya hay en el mercado opciones de tamaño y autonomía similar como el ZOE de Renault por menos de la mitad de esa cifra.
Sin embargo, el i3 ofrece a sus futuros propietarios un compendio tecnológico más propio de un superdeportivo que de un utilitario corriente como la carrocería de fibra de carbono sobre bastidor de aluminio y todo ello con el sello de uno de los fabricantes premium por excelencia, BMW.
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