La apertura del Salón Internacional del Automóvil de Los Ángeles ha servido para que numerosos fabricantes presenten sus novedades más esperadas. Mazda por su parte nos acerca a su nuevo CX-3, el nuevo modelo de la casa japonesa que llega para ponerle las cosas muy difíciles al que es hasta ahora rey del segmento: el Nissan Juke.
Exteriormente sigue influenciado claramente por el lenguaje Kodo o alma en movimiento, que da vida y personalidad a su diseño. La gran calandra cromada del frontal que se une a los faros es solo una muestra de su ADN Mazda. Sin embargo, incorpora detalles de diseño único, que lo diferencia del resto de la gama Mazda y que le aporta personalidad, como es su pilar trasero "flotante", que integra las puertas a la luneta trasera.
Echando un vistazo a su tamaño, nos encontramos que mide 4.275 milímetros, por lo que claramente se sitúa por debajo de su hermano, CX-5 (que mide 4.555 milímetros). Con este tamaño Mazda nos asegura unas buenas cotas interiores con las que asegura su habitabilidad y confortabilidad.
Y hablando de su interior, Mazda ha querido mantener el listón alto, aportando materiales de calidad y bien acabados. El diseño interior es sencillo, con un diseño sobrio y bien organizado, del que destaca la gran pantalla táctil del sistema de infoentretenimiento MZD Connect, así como el pequeño visor del sistema Head Up Display.
SKYACTIV: Su mejor baza
Mazda incorpora mecánicas de tecnología SKYACTIV a la gama CX-3. De esta forma, ofrece una mecánica de gasolina compuesta por el bloque de 2,0 litros, así como dos mecánicas diésel asociadas al bloque de 1,5 litros. Todavía no se han desvelado las potencias, pero suponemos que rondará los 100 - 120 CV.
En los próximos días seguiremos hablando del Mazda CX-3, y descubriremos más detalles del nuevo crossover del fabricante nipón.
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