Como ya hemos visto en las anteriores partes de este reportaje, en el que hemos tratado de analizar el modelo probado y las sensaciones que nos deja a sus mandos, el Opel Astra GTC es un compacto que por sus formas se sale de los convencionalismos del segmento C. Con una carrocería evidentemente más estilizada y agresiva que la del resto de variantes del Astra.
Estrategia comercial más que necesidades de ingeniería reales, ya que la forma deportiva se queda en eso, en forma, sin que haya realmente una ganancia en rendimiento como para poder considerar este modelo más un deportivo que una simple versión de tres puertas del compacto alemán. Esquema casi en desuso, pero que aun encuentra adeptos en algunas marcas europeas, como Renault con su Megane o Volkswagen con el Scirocco, aunque Volkswagen sí que dispone de una versión de tres puertas del Golf.
De hecho, este tipo de modelos mencionados son precisamente la única competencia directa que podremos encontrarnos para el Astra GTC, ya que como versión de tres puertas del Astra, es algo más caro que la propia versión de cinco equipada con la misma mecánica. Por lo que por precio, está posicionada en la gama del fabricante alemán como una versión coupé, de mayor distinción y empaque de cara a los clientes.
En este nivel de acabado, el Astra GTC tan solo encuentra en nuestro mercado al Megane Coupé TCe 130 CV de gasolina, ya que otros modelos como puedan ser compactos del segmento C de tres puertas quedan por debajo en precio y modelos como el Veloster de Hyundai o el propio Scirocco, o bien no disponen de una gama mecánica para poder competir con este pequeño motor de 140 CV, o directamente quedan muy alejados en precio.
Versiones
En este caso, con el motor de 1.4 Turbo 140 CV, el Opel tan solo tiene como rival directo al Megane Coupé TCe 130 CV, que no solo dispone de una mecánica de gasolina similar, sino que sus precios están a la par. El Opel, al contrario que el Megane Coupé, sin embargo dispone de una gama más amplia de motores, llegando a alcanzar incluso los 280 caballos en la versión deportiva OPC, con el motor de 2.0 litros turboalimentado e incluso los 195 CV del 2.0 Biturbo CDTI. Por lo que en esas variantes si podremos encontrar oposición por parte de Volkswagen o Hyundai.
La mecánica 1.4 Turbo del Astra GTC disfruta de 140 CV y un consumo bastante ajustado, 5.9 litros/100km de media, mientras que el Megane Coupé con su 1.2 litros de 130 CV aquilata un poco más esa cifra, quedándose en 5.4 litros a los 100. Ambos motores son de nueva generación, bloques sobrealimentados de escaso desplazamiento, que gracias al turbo pueden presumir de par y bastante potencia sin necesidad gastar demasiado. Ambos tienen una emisiones bastante contenidas, 124 y 139 gr/km, aunque no son desde luego las más bajas del mercado.
Tanto el Megane como el Astra muestran una carrocería rediseñada con respecto al resto de la gama, en aras de ofrecer una imagen más dinámica y deportiva, con una clara perdida de espacio interior y de modularidad. Aunque luego aportan bastante más imagen que las variantes habituales de cinco puertas, por lo que para el cliente que no precise de espacio o que no suela llevar demasiada carga o pasajeros habitualmente, estas versiones cumplen a la perfección con necesidades puntuales. Sin caer en incomodidades en el caso de usar la banqueta trasera en un momento determinado o asiduamente, ya que ofrecen espacio de sobras para dos ocupantes adultos.
Precio y conclusiones
El Opel dispone de una tarifa bastante más aquilatada que la del Megane, mientras que el francés no baja de los 20.000 euros, el Opel en esta mecánica está disponible desde unos 18.500 euros. Aunque también es cierto que el Megane dispone de mecánicas inferiores, de corte más económico al contrario que el GTC, cuya base de la gama es precisamente la versión probada.
En conclusión, este tipo de modelos es el que o bien en la calle o ya en el concesionario entran por los ojos al usuario. No dejan de aportar la necesaria funcionalidad con respecto a las variantes de cinco puertas, aunque por espacio interior sí que estén más justos. Y la diferencia de precio con respectos a dichas variantes no es demasiado alto.
Vehículos destinados sobre todo a jóvenes o personas solteras, o a aquellos clientes que deseen por el mismo precio algo más, sin necesidad de tener que pasar a segmentos superiores, donde la diferencia de precio es más abultada.
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