Es una de las marcas más conocidas en todo el mundo, pero sus inicios estaban alejados del mundo de la competición. Comenzaron su andadura en 1862, hace 160 años, cuando el propietario y fundador de Opel, Adam Opel, instaló la primera pieza de su primera máquina. Esta no era un coche, era una máquina de coser, y desde entonces no han parado de estar trabajando e innovando en nuevas áreas de negocio, hasta llega a la etapa actual, donde apuesta firmemente por la electrificación ofreciendo una amplia gama de vehículos a través de diferentes versiones de sus modelos con propulsión electrificada.
Los grandes genios son los principales incomprendidos del planeta. Adam Opel no seguía los pasos de su padre, quien quería que no se adentrara en el sector de la costura. A finales del mes de agosto de 1862 el joven de 25 años regresó a su ciudad natal, Rüsselsheim, y montó su propio y modesto taller en casa de sus padres, por aquel entonces, en contra de los deseos de su padre, que no tenía ningún interés en las máquinas de coser. Su éxito hizo que en los próximos años se expandiera y en 1886 más de 18.000 máquinas salieron de la fábrica.El paso decisivo en la historia de la empresa, impulsada por los cinco hijos tras la muerte de Adam Opel en 1895, fue el inicio de la producción de automóviles en 1899. De este modo, Opel se convierte en uno de los pioneros de esta industria y en uno de los fabricantes de automóviles con más tradición del mundo En 1906 se construye el vehículo número 1.000 y el avance definitivo llega al año siguiente, cuando el fabricante de automóviles de Rüsselsheim es nombrado proveedor de la corte imperial.
Desde entonces, Opel no ha parado de ofrecer las mejores tecnologías del mercado logrando el éxito en un sector que no ha parado de crecer. La firma ha sabido entender las intenciones de un mercado cambiante desde el primer momento, logrando que todos los clientes hayan estado contentos con un producto de calidad apto para todos los gustos.
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