Opel está de celebración este año y es que uno de sus coches más emblemáticos cumple cinco décadas desde que salió por primera vez al mercado. Se trata del modelo Manta, un coche con cualidades deportivas que vino para quedarse y que de hecho se ha convertido en uno de los autos más históricos, uno de los preferidos por los coleccionistas.
Su nombre
El nombre de la manta raya surgió después de que el diseñador se reunió con el historiador Jacques Cousteau, un experto explorador, conservacionista, investigador, científico y cineasta, y que además pasó un tiempo en el mar, aprendiendo de la vida bajo el agua. Este Manta se lanzó en el año 1970.
Es digno de mención que para la época muchos fabricantes elegía nombres de animales para nombrar a los coches, tal es el caso del El Ford Mustang y el Corvette Stingray, los cuales tuvieron mucho éxito en los Estados Unidos. El Manta tuvo gran aceptación en todo el continente europeo, inclusive su fama se extendió a otros países, como en Asia, y fue tomado en cuenta en la filmación de películas de acción.
La mecánica y los modelos
El Opel Manta fue ofrecido como un cupé de dos puertas y un hatchback de tres puertas; el Manta de primera generación compartió los bajos y los motores con el automóvil familiar modelo Ascona. Los primeros modelos se lanzaron con un modesto propulsor de cuatro cilindros y 1.6 litros, los cuales desarrollaban unos 68 caballos de fuerza; hubo una mejora, por así decirlo, en la calidad de la mecánica, y la línea finalmente se expandió para incluir el Manta S, que generaba unos 80 caballos de poder, y el cuatro cilindros de 1.9 litros, proveniente del Rekord, que en este caso producía unos 90 caballos aproximadamente.
Dos años después de que comenzara la producción del famoso Manta, Opel introdujo una variante más lujosa, llamada Manta Berlinetta; este modelo vino con faros halógenos, ventana trasera con calefacción, volante deportivo y techo de vinilo. Siguieron varias ediciones especiales, incluidas las Holiday, Plus, Swinger y Summer Bazar, coronadas por el GT / E que se lanzó en 1974 con un motor de inyección de combustible de 1.9 litros y 105 caballos de poder. El Manta A fue enviado por la edición especial Black Magic, que salió en abril de 1975, con pintura negra y rayas rojas y naranjas.
La leyenda de Manta continuó con la segunda generación, basada en el último Ascona e influenciada por el Chevrolet Monza. En este caso se lanzaron catorce versiones del automóvil hasta que finalizó la producción en 1988, incluidos el GSi y el 400, y se ofreció con cilindradas de entre 1.2 y 2.4 litros, con niveles de potencia que oscilaban entre los 55 y 144 caballos de poder.
Detalles externos del coche
A nivel estético, y entre los detalles más resaltantes podemos indicar que contaba con un capó totalmente plano, con un frontal agresivo, faros en forma redonda de halógeno, una parrilla con parales en forma horizontal y cromados, con el eslogan del fabricante justo en el centro, paragolpes elegante muy fino y bañado en cromo, y luces intermitentes o de cruce a los lados. En algunas versiones venían con carelos.
A los costados del deportivo llantas elegantes con sistema de frenos compuesto por discos en la parte delantera y bandas y tambor en la parte trasera. Las cerraduras de las puertas por lo general venían del mismo color de la carrocería o bañadas en cromo según fuera la versión. La parte trasera se distinguia por tener luces de freno o stop de forma circular, una maleta arqueada, paragolpes delgado bañado en cromo, una salida de escape, entre otras cosas.
El Manta fue un éxito total para la marca Opel en su momento ya que se fabricaron más de un millón de unidades en el mundo. Tiempo después fue reemplazado por el Calibra.
Artículos recomendados