La llegada del nuevo Opel Mokka no solo supondrá la presentación de una nueva versión de este todoterreno de ciudad sino que la planta española de Figueruelas, Zaragoza, se prepara para ser la encargada de producir este vehículo desde el próximo mes de septiembre.
En estas instalaciones, que cuentan con dos líneas de montaje, será en la 1, en la que actualmente se ensamblaje del Meriva, la que reciba los elementos integrantes del nuevo SUV compacto de la marca germana, quedando la 2 para el Corsa de 3 y 5 puertas.
Según General Motors España, uno de los mayores retos del lanzamiento del Mokka es la logística, lo que ha supuesto un gran esfuerzo en planificar y ejecutar el modelo de transporte, almacenaje y suministro de la línea. Recientemente han llegado los primeros contenedores con piezas pocedentes de Corea, con el material necesario para la primera fase de preproducción.
Así, la primera carrocería del Mokka de 2014 se produjo el día 6 del presente mes y tres días más tarde se fabricó el primero de ellos el cual ya ha pasado por todas las líneas de producción. El plan de trabajo prevé que durante este mayo, se fabricarán más vehículos para confirmar la secuencia de montaje, optimizar los procesos, probarlas instalaciones, mejorar el entrenamiento del personal y verificar la calidad del producto fabricado.
Posteriormente, llegarán otros 150 contenedores para fabricar unos 300 vehículos en la siguiente fase de la preproducción.
El empleo como objetivo
Antonio Cobo, director general de GM, ha declarado que "Hemos empezado el año con mucha carga de trabajo y muchos retos a superar". De esta forma "El lanzamiento de tres nuevos productos en un mismo año son un gran reto, que nunca antes había tenido la planta de GM España, pero que afrontamos todos los miembros de este equipo como mucha ilusión porque nos despeja las incertidumbres del futuro al permitirnos incrementar nuestros volúmenes de producción y con ello mantener el empleo".
Sin duda, la mejor información que podemos obtener de estas palabras es que la producción de los nuevos modelos significa para la planta aragonesa el mantenimiento de los puestos de trabajo y la apuesta de General Motors por mantener sus delegaciones en España.
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