El Opel Astra más radical hasta la fecha ya ha salido a la luz. Con una aerodinámica muy cuidada, una estética pura de circuito y con una reducción de peso que le permite ser, a día de hoy, uno de los compactos más deseados por todos, pero ¿que nos trae además de esto?
Bajo el capó, un motor de dos litros sobrealimentado y con distribución variable, será capaz de desarrollar más de 300 CV, que le convertirán en una mala bestia. Estará asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades con diferencial autoblocante.
Pero además, Opel ha realizado una profunda reducción de peso, ayudado por uno de los materiales más codiciados en la competición: la fibra de carbono. Piezas como el techo, las llantas, el capó, o incluso el spoiler frontal han sido construidas por este ligero material.
Gracias a ello, podemos estar hablando de una notable reducción de peso de 100 kilos, que le permiten una mayor agilidad a la hora de mover esos más de 300 CV.
Un interior a la altura
Pero la estética tan radical no acaba en el exterior. Pasando a su interior, lo primero que destaca es la supresión de los asientos traseros, a favor de una jaula de seguridad. Los convencionales asientos delanteros también han sido sustituidos, a favor de unos baquets diseñados específicamente por Recaro, acompañados por unos arneses de seis puntos firmados por Schroth.
Su volante, revestido de ante y reforzado de fibra de carbono, luce unos pespuntes amarillos que realzan todo el conjunto.
A falta de conocer un precio por esta preciosidad, Opel nos avisa para que seamos rápidos, pues esto que estamos viendo es una edición limitada, pero todo esto será si la reacción del público de Ginebra es positiva, aunque viendo las fotos, nos sorprendería si esta no lo fuese.
Ahora, os dejamos con la pequeña galería del compacto de circuito que llega dispuesto a devorar la carretera.
Artículos recomendados