En octubre del pasado año, la alianza GM-PSA decidía que los modelos más pequeños de sus gamas (C3, 208, y Corsa), no compartirían plataforma, a pesar de estar previsto inicialmente. Pero no ocurre lo mismo en el caso de los MPV. El futuro Opel Meriva utilizará la misma plataforma que el nuevo C3 Picasso, que de paso se fabricará en la factoría de General Motors en Zaragoza.
Tampoco se escapa de compartir plataforma el Zafira, que suponemos tomará la base del Peugeot 3008 o Citroën C4 Picasso, o el Combo, que compartirá señas de identidad con los hermanos Partner y Berlingo.
Además, la compra de algunos componentes para la fabricación de vehículos se realizará de forma conjunta por parte de PSA y General Motors, lo que sin lugar a dudas significará una reducción de costes para ambas casas.
Manteniendo un diseño propio
Algo que se han apresurado a asegurar desde Opel, es que si bien tanto el Meriva, como el Zafira y el Combo compartirán plataformas con los modelos del grupo PSA, los modelos de la marca alemana continuarán manteniendo un diseño propio, aunque adaptado a las plataformas francesas.
Pero no solo compartirán sus plataformas, si no que, además, las mecánicas, y las cajas de cambio también serán de procedencia francesa, por lo que los modelos de Opel perderán buena parte de su identidad, que quedará marcada tan solo por los sistemas de entretenimiento abordo, que si serán de la marca germana, siempre y cuando su adaptación no suponga un desembolso excesivo.
Opel fabricará para Buick
La segunda parte de la nueva estrategia de General Motors con respecto a Opel, llevará a la firma alemana a fabricar vehículos para Buick. La firma estadounidense es catalogada como una marca Premium en los mercados en los que se vende (Estados Unidos, y China), y tiene unos resultados más que aceptables en ambos mercados. Esto significaría también un nuevo posicionamiento Premium para Opel, que le permitirá auentar su margen de beneficios en cada modelo.
Hoy en día ya existen modelos de Buick que son hermanos gemelos de Opel, como es el caso del Verano, que tiene el cuerpo de un Astra Sedan, el Buick Encore toma la forma del Opel Mokka, mientras que el Regal no puede negar sus similitudes con la berlina de representación de la firma alemana, el Insignia.
La idea es extender aún más esta colaboración, con modelos fabricados en Europa para los Estados Unidos, y poder enderezar así la situación económica de Opel, que si bien consigue una buena cifra global de ventas, tiene dificultades para amortizar la inversión realizada en cada uno de sus modelos. Así, por ejemplo, se espera que la próxima generación del Opel ADAM, previsto para 2018, se homologue tanto para Europa como para Estados Unidos y China, donde se vendería bajo la marca Buick.
Estos cambios dentro del grupo General Motors se suman a los que ya se han iniciado, con la salida de la marca Chevrolet de Europa, y que está dando lugar a ofertas muy interesantes por parte de la firma americana.
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