¿Sabemos conducir realmente cuando obtenemos el carnet? Está claro que no. Nos falta experiencia, y muchos kilómetros a nuestras espaldas, pero, sobretodo, nos faltan conocimientos. Nadie nos ha explicado como conducir realmente sobre piso mojado, ni sabemos reaccionar ante ciertas situaciones de riesgo. Incluso hay mucha gente que se asusta cuando actúa el ABS en una frenada de emergencia.
Y si a todo esto le sumamos que no encendemos los intermitentes, no nos situamos en el carril adecuado para hacer un cambio de dirección, no respetamos las preferencias de paso, y un largo etcétera, tenemos un coctel explosivo que nos lleva a preguntarnos si realmente sabemos lo que es la seguridad vial.
Comportamientos incívicos
Pero quizás el problema está un punto más allá. Antes de nada, habría que corregir todos los comportamientos incívicos que comentábamos en el anterior párrafo. Hay quien asegura que no enciende los intermitentes porque eso significa darle información al enemigo. Pero es que, circular no es una pelea. Hay que aprender a convivir.
No es lógico situarse en el carril izquierdo para girar a la derecha, igual que no es correcto hacer una rotonda utilizando toda la calzada. En carreteras de más de un carril, hay que circular por la derecha, dejando el carril izquierdo para los adelantamientos, y hay que ceder el paso cuando toca, al igual que hay que detenerse en los stop, aunque no venga nadie.
Pronto apareció el argumento de que en otros países se conduce mejor. Personalmente, he tenido la oportunidad de conducir tanto en Irlanda, como en Suiza y Francia. Debo decir que en todos los casos, he observado un gran respeto por las normas. Además, en todos los casos la sensación es que hay menos señales de tráfico, puesto que cada uno sabe lo que tiene que hacer.
Pero el problema es otro, y es que, como decía antes, hay quienes piensan que aquello de la jungla del asfalto va en serio, y que son unos depredadores que deben devorar al resto de los conductores, y eso es un gran problema.
¿Cuáles son las soluciones?
Se trata de algo complicado. Es muy difícil solucionar un problema de base como el que estamos hablando. Cada uno pensamos en una solución distinta, aunque parece bastante claro que el problema está en la base.
Es muy difícil por ejemplo que alguien no se sorprenda del ruido, y la sensación que transmite el ABS, si no lo ha probado en un entorno controlado. También es complicado convencer a alguien de que debe señalizar todo lo que va a hacer en la carretera, cuando ve a muchos profesionales de la carretera con una aparente alergia a los intermitentes.
El trabajo comienza desde que somos pequeños. Hay que enseñar a los niños a respetar una serie de normas, y hacerlas respetar. Quizás evitaríamos más accidentes persiguiendo estos comportamientos incívicos que obsesionándonos con la velocidad, algo que, si nos damos cuenta, ni siquiera he nombrado hasta ahora en todo el articulo. Claro que eso da para otro articulo completo.
No estaría de más incluir en las pruebas del examen de conducir, y por ende en las clases practicas, algunas pruebas en un circuito cerrado para aprender a reaccionar sobre piso resbaladizo, o frenar en condiciones desfavorables. Todo esto, por supuesto, después de enseñar al alumno a seguir las normas de circulación como es debido, y respetarlas.
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