Un conductor que transitaba por la localidad de Viersen, en Renania del Norte-Westfalia, Alemania en su Renault Twingo de vieja generación fue captado por un radar de velocidad de la zona circulando a una velocidad de 54 km/h, cuando la velocidad permitida para la circulación del mismo ha sido regulada a los 30 km/h, lo que de seguro le generaría una multa de 105 euros. Ahora bien, por extraño que parezca, nuevamente una paloma que fue captada justo por delante del parabrisas del coche ha logrado librar de la multa al conductor en cuestión y como el ejemplar plumífero ha sido una paloma blanca, esto se ha prestado para una serie de bromas por parte de los funcionarios de Viersen quienes se han referido al suceso como una intervención divina por parte del Espíritu Santo, pues recordemos que hace algunos siglos atrás cuando Jesús se bautizó, este recibió la aprobación de Dios y el Espíritu Santo se manifestó en forma de paloma blanca.
En este extraño caso, la paloma tapa el rostro del conductor al extender una de sus alas, tapando así la cara del automovilista y librándolo del pecado de conducir a exceso de velocidad. Ante esto los agentes alemanes no han tardado en postear lo siguiente en la página de Facebook de la comandancia: "El Espíritu Santo ha actuado al respecto colocando su símbolo en la foto. Así lo hemos entendido y hemos decidido dejar en paz al conductor. No obstante, mantenemos la esperanza de que el conductor entienda esta señal desde arriba y conduzca adecuadamente en el futuro". En cuanto al ejemplar alado, los gendarmes concluyeron: "Gracias al ángel de la guarda con plumas, con alas cuidadosamente extendidas que le han salvado".
Esta noticia llega poco tiempo de que se generara otra precisamente en el mismo país de Alemania, cuando a mediados de febrero otra paloma fue fotografiada volando a exceso de velocidad a 45 km/h en una zona limitada a 30 km/h. Por otra parte, en el 2016 un loro fue captado volando a 43 km/h y en Berna, Suiza, un pato fue fotografiado en dos oportunidades volando el año pasado a 52 km/h en una calle limitada a 30 km/h, por lo que al parecer, a las aves les encanta volar a velocidades superiores a las permitidas, ¡Si ellas supieran!
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