Como vimos en el anterior artículo, la importancia de la limpieza y conservación del parabrisas no solo es fundamental sino que además es económica.
Contar con la cobertura de lunas en el seguro de auto es insustituible, el valor de una luna supera con mucho el valor de la prima por lo que no disponer de ella es un riesgo económico, en algunos casos muy costoso.
En esta serie de artículos abordamos la sustitución de un parabrisas contando previamente con uno similar usado, obtenido en un desguace, pero es un método que no suele ser eficaz, ya que es difícil encontrar un repuesto de ese tipo en buen estado, que además ha de ser desmontado, sin romperlo, lo cual como vimos en el anterior artículo no es sencillo de ejecutar.
Siempre es más recomendable la sustitución por una nueva, carente de fallos y riesgos, sobre todo si cuentas con el seguro correspondiente que lo cubra, además de ser una reparación muy cómoda, ya que se realiza en unas pocas horas y no te ves obligado a estar sin vehículo.
Ante una rotura o daño en el parabrisas hay dos formas fundamentales de proceder, en pequeños picotazos tenemos la alternativa de la reparación pero en el momento que hay grieta solo es aconsejable la sustitución. Ya que una simple exposición al sol veraniego es suficiente para que la grieta se vaya ampliando por si sola.
Proceso de montaje
Una vez retirada la luna previa, es necesario limpiar la zona de todo resto del anterior cordón de poliuretano, así como de las distintas gomas o molduras que disponga el modelo.
Preparar la luna nueva concienzudamente, comprobando en primer lugar si no hay vicios ocultos, a modo de pequeñas grietas sobre todo en los bordes, muy sencillas de hacer si han sido desmontados indebidamente.
Una vez limpia, se sujeta con ventosas para poder transportarla con comodidad y seguridad y se sitúa sobre el nuevo cordón de poliuretano fresco recién puesto, esta masilla de es de una gran viscosidad por lo que una vez recién aplicada permanece sin derramarse aun en zonas verticales.
Situada ya la luna en su lugar correspondiente simplemente se procede al montaje de todo lo anteriormente despiezado, molduras, tapas, y limpiaparabrisas. Procediendo en último lugar al último paso, el secado.
El secado precisa de unas pocas horas, tras las cuales se recomienda no lavar el coche con sistemas de agua a presión al menos durante tres días. Y también es conveniente tratar de no generar vacío en el habitáculo esas primeras horas, tratando de cerrar las puertas con las ventanillas un poco bajadas y no circulando a altas velocidades con las mismas abiertas.
En la galería adjunta podéis observar todo el proceso de montaje con las debidas explicaciones.
Agradecemos la colaboración prestada al equipo del taller Dragsters2000 de Madrid, sin los cuales no hubiera sido posible la realización de este artículo.
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